Miércoles, Mayo 21, 2025

Las elecciones y el factor Boric, por Juan Pablo Cárdenas Squella

Compartir:

La desaprobación al gobierno de Gabriel Boric ha sido una constante en los sondeos de opinión.

En general, no más del 30 por ciento de los encuestados se manifiesta conforme con su gestión, por lo que se proyecta que la derecha opositora es la que tiene las mejores posibilidades de sucederlo en La Moneda.

El reciente informe de la encuesta CEP señala que el desapego popular con el Gobierno se ha elevado en otros 12 puntos, con un 22 por ciento que apoya la gestión gubernamental y un 66 que la rechaza.

De esta manera, los tres candidatos presidenciales más destacados de la Oposición suman una cifra cercana al 35 por ciento de la intención de voto, faltando todavía que se oficialicen otras postulaciones de la centroderecha.

Se trata de un problema serio para los cuatro candidatos oficialistas que se medirán en una elección primaria el próximo mes, porque ya se comprueba que la fidelidad con el Jefe de Estado asoma como un demérito, el cual puede llevarlos a perder su apoyo en favor de los adversarios que, justamente, ganan adhesión en férrea oposición al Ejecutivo.

Sensible será en este cuadro la cantidad de votantes que concurra a esta primaria en que el voto no es obligatorio.

El factor Boric debe explicar que Carolina Tohá, hasta aquí la mejor evaluada del oficialismo, se haya obligado a indicar algunas diferencias con La Moneda, en un intento de desmarcarse del Presidente, aunque hasta solo hace un mes se desempeñara como su ministra del Interior y jefa de Gabinete.

Además, flaco favor le hará a sus pretensiones electorales haber hecho pública su relación sentimental con el titular de Hacienda, Mario Marcel, quien en la misma encuesta aparece como el ministro que más ha descendido en popularidad.

Ciertamente que ella, como la autoridad que más se destacó en la lucha contra la delincuencia, es muy difícil que pueda recibir un gran apoyo ciudadano ante la percepción general de que las acciones del crimen organizado y la violencia narco criminal ganan terreno sin que las policías logren neutralizarlas.

Para colmo, también impera la idea de que la economía no prospera y que las más urgentes demandas sociales no son satisfechas, especialmente en relación a los déficits habitacionales, las largas listas de pacientes en espera en los hospitales y la frustración general respecto al pobre reajuste del salario mínimo.

Esta situación podría favorecer las pretensiones de sus tres competidores en la primaria, pero el postulante frenteamplista, Gonzalo Winter, sigue en la idea de solidarizar con Boric y ofrecerse como el candidato de continuidad de su camarada de partido. Y aunque la pretendiente comunista, Jeanette Jara, sí apuesta a liderar un gobierno de cambios y profundización de las reformas sociales.

Pero lo cierto es que tiene un techo marcado por su militancia, porque prácticamente se le hace imposible ganar apoyo en el llamado socialismo democrático, que ha desahuciado todas sus antiguas relaciones históricas con lo que sindican, ahora, como ultra-izquierdismo. Algo que se explica, además, por las posiciones del PC sobre el régimen de Maduro y la Revolución cubana considerados como dictaduras por el Partido Socialista, el PPD y el Partido Radical que integran la coalición de gobierno.

Miel sobre hojuelas para la derecha que, sin embargo, pese al apoyo que suma no logra superar sus diferencias. Los tres principales candidatos del sector manifiestan constantemente desacuerdos, por lo que no fueron capaces de convenir una primaria propia y, hasta aquí, parecen encaminados a inscribir sus tres candidaturas en la papeleta electoral de los comicios de fin de año.

Confiando, con exceso de optimismo, que podrían ser dos de sus candidatos los que pasaran a la segunda vuelta, como hasta aquí lo pronostican las encuestas. Desplazando de esta posibilidad a todos los postulantes oficialistas.

Evelyn Matthei marca en los últimos sondeos como la favorita, aunque José Antonio Kast y Johannes Kaiser estrechan su diferencia con ella. En todo caso, lo que más se augura es que sería ella la que podría imponerse en una segunda vuelta, de mantenerse las candidaturas de Kast y Kaiser, sindicados como de ultra-derecha.

Sin embargo, es tanta la polarización política que hoy impera en Chile, que muchos creen que mientras más extremen sus posiciones estos dos candidatos, más posibilidades van a tener de desplazar a la Matthei en la intención de voto.

Lo que ya se aprecia es que será difícil para ella ganar apoyo entre la derecha más radical. Cuando, además, las encuestas señalan la creciente desconfianza y decepción de los ciudadanos en la democracia. Un alto porcentaje de encuestados señala que, en algunas situaciones, lo que requieren los países es de gobiernos autoritarios, relevando incluso la imagen de Pinochet.

De hecho, el 52 por ciento de los ciudadanos declara no tener todavía candidato, por lo que todas las cifras pueden cambiar, aunque muy difícilmente las grandes tendencias.

A los más de ocho candidatos y precandidatos proclamados habrá que sumarle las postulaciones de otros líderes de la izquierda y del centro político. Candidatos, como Marco Enríquez Ominami, Eduardo Artés y Franco Parisi, por ejemplo, que ya han competido en comicios anteriores y que reúnen un número de votos que puede afectar considerablemente a las candidaturas citadas más arriba.

También es posible que se sume a la carrera presidencial el dirigente deportivo Harold Mayne Nichols que está reuniendo con éxito las firmas que necesita para oficializar su candidatura, y con cuya postulación se propone limpiar la política de tanta corrupción y mediocre desempeño.

En el Registro Electoral es posible constatar, también, que al menos hay otros diez chilenos que buscan reunir firmas para sumarse a la competencia presidencial. Su incentivo parece radicar en la posibilidad de recibir cuantiosas sumas que el Estado dispone para todas las candidaturas según el número de sufragios que finalmente obtengan.

Montos que sirven para cubrir sus gastos de campaña, pero que muy habitualmente se quedan en el bolsillo de estos postulantes y les dan aire para permanecer en la política.

Juan Pablo Cárdenas Squella, periodista chileno, profesor universitario de vasta trayectoria. En el 2005 recibió en Premio Nacional de Periodismo y, antes, la Pluma de Oro de la Libertad, otorgada por la Federación Mundial de la Prensa. También obtuvo el Premio Latinoamericano de Periodismo, la Houten Cámara de Holanda (1989) entre otras múltiples distinciones nacionales y extranjeras.

El Maipo/PL

Nota: El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de sus autores, y no refleja necesariamente la línea editorial El Maipo.

spot_img

Lo más leido

Más Noticias

Lecciones del 21 de mayo, relación epistolar de Miguel Grau con Carmela Carvajal.

Después del combate naval de Iquique ocurrido un 21 de mayo del año 1879, se consigna una emotiva...

Comentarios a los desafíos de la política exterior chilena en la era Trump. Por Roberto Pizarro Hofer

El proteccionismo de Trump es un llamado de atención para modificar el modelo económico chileno y su forma...

El fantasma del crimen organizado en tiempos electorales, Por Ibán de Rementería

Sembrando el miedo y cosechando derrotas Se dice que el fantasma del crimen organizado ha acabado con la noche santiaguina,...

León XIV y la recuperación de la Doctrina Social Católica, por Juan J. Paz-y-Miño Cepeda

El pontificado del Papa Francisco (1936–2025) representó un viraje decisivo en la Iglesia Católica: la opción preferente por...