Los viticultores orgánicos franceses se enfrentan a nuevos obstáculos tras la reciente decisión de la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, Medioambiental y Laboral (ANSES) de retirar la aprobación de 20 fungicidas a base de cobre. Esta medida ha generado incertidumbre entre los productores que dependen en gran medida del cobre para controlar el mildiu velloso, una de las enfermedades más destructivas del viñedo.
Productos importantes retirados del mercado
La sentencia afecta a todas las formulaciones en polvo, incluidas marcas ampliamente utilizadas como Kocide 2000 y Kocide Flow. Solo dos productos, Champ Flo Ampli y Héliocuivre, seguirán disponibles, pero su uso solo se permitirá bajo normas más estrictas.
La ANSES explicó que la decisión se basó en los riesgos para la salud de los trabajadores de los viñedos, señalando que los fabricantes no habían presentado datos de seguridad suficientes para demostrar la ausencia de efectos nocivos. La autoridad enfatizó que la responsabilidad de demostrar la seguridad del producto recae en los distribuidores.
Nuevas restricciones al uso del cobre
Según las normas actualizadas, las aplicaciones en viñedos no pueden superar los cuatro kilogramos de cobre por hectárea al año. Los tratamientos deben espaciarse al menos siete días y están prohibidos cerca de cursos de agua, zonas residenciales y durante la floración de las vides.
La industria ha expresado su preocupación por la prohibición, especialmente porque las formulaciones en polvo más baratas se eliminarán por completo para 2026. Muchos productores habían regresado a estos productos en los últimos años debido al aumento de los costos de producción.
Reacciones del sector
Los expertos afirman que este cambio representa un cambio significativo en la política. Nicolas Constant, del Instituto Francés de la Viña y el Vino (IFV), señaló que, si bien las normas anteriores se centraban en las preocupaciones ambientales, la última decisión pone de relieve los riesgos para los trabajadores.
Al otro lado de la frontera, Ecovin, una asociación federal de bodegas orgánicas en Alemania, ha recibido críticas. Georg Forster, presidente del grupo, cuestionó el razonamiento detrás de la decisión de la ANSES, señalando que los productores han trabajado durante años para reducir los insumos de cobre y promover alternativas como el fosfonato de potasio. Añadió que no prevé que se adopten restricciones similares en Alemania.
En Francia, sin embargo, los productores temen las consecuencias. François Garcia, de la cámara agrícola de Hérault, calificó el cobre como «indispensable en la agricultura ecológica», advirtiendo que las restricciones podrían afectar gravemente a los productores ecológicos. La asociación SudVinBio también ha advertido que muchos viñedos podrían tener que reconsiderar su estatus ecológico.
Incertidumbre futura
Según cifras del Instituto ITAB (Instituto Francés de Agricultura y Alimentación Biológica), los productores biológicos franceses utilizaron una media de 3,72 kg/ha de cobre en 2024, registrándose niveles más elevados en regiones como Nouvelle-Aquitaine (4,8 kg/ha), Champagne (4,55 kg/ha) y Borgoña (4,3 kg/ha).
Aunque por ahora todavía hay 17 productos a base de cobre disponibles, sus aprobaciones expirarán en 2026. Si ANSES aplica los mismos estándares en futuras evaluaciones, los expertos advierten que estos también podrían ser retirados, dejando a los viticultores con aún menos herramientas para proteger sus cultivos.
El Maipo/Agricultura Global