Los ancestros de don Héctor Choquehuanca Poma vivían desde 1885 cerca a la cima de la Cordillera Real de Los Andes, en lo que hoy se conoce como el Municipio de Hampaturi, un lugar privilegiado a más de 5.000 m de altura.
Allí donde nacen los ríos Choqueyapu, Orkojahuira, Irpavi, Achumani y Huañajahuira, que atraviesan La Paz, siendo fundamentales porque son las principales fuentes de abastecimiento de agua de la ciudad y otros centros urbanos.
Don Héctor conoce mejor que nadie el lugar donde ha vivido siempre y lo cuida como su mayor tesoro.
“…Después de mi padre yo me quedo para cuidar…vivimos acá, es un poco frío, pero bonito el lugar y trabajamos con la turba para plantines, para jardines. Sacamos estas tierritas y la llevamos a la ciudad para comercializar. Con un poco de truchita nos cuidamos, con eso nomás también nos solventamos, aquí la tierra no es cultivable…”
Él está a la espera de la nieve que no llega, observando cómo desaparece el hielo, vigilando el agua que se va secando.
“Antes nevaba en meses de febrero, diciembre, enero, febrero, marzo, y justo llegaba la helada ya, a empiezos de abril, mayo, entonces congelaba y en todo el año no derretía. Ahora ya no hay hielo, ese hielo se quedaba verde, ahí mismo aumentaba al siguiente año y ya congelado, quedaba alto pues, todo este cerro, y ese era el que mantenía el agua, había harto para la ciudad de La Paz. Ahora hay poquito, mira, fíjese, sale un poquito más arriba, igual hay muy poco pues, ya se está secando, la agua misma (sic) … el agua con el tiempo se va a secar nomás y ya no es como antes”.
¿Podría don Héctor seguir criando sus truchas …?
“Nada, no hay lluvia entonces se empiezan a secar los espacios para mantener los animales, esos vegetales también ya se secan”.
Él sabe mejor que nadie desde cuándo vienen desapareciendo los glaciares…
“… más o menos 2010, por ahí ha disminuido. Había poco, pero hasta ahora ya no hay. Entonces había una sequía en 2017, no había agua pues, se había secado. Todo este lago de aquí abajo está seco, sin agua. El de más abajo igual … y acá arriba se está manteniendo poco, antes tenía mucha agua. Ahorita siempre hace falta…
En esa cordillera de sus ancestros del linaje aymara, don Héctor sólo recibe la ayuda de sus hijos para proteger el lugar:
“…Ellos me apoyan acá, los demás días van a estudiar, están en el colegio, trabajando también, pero el fin de semana siempre me vienen a apoyar… sábado, domingo, hasta mediodía por lo menos. Aquí estamos, aquí yo continuo, estoy aquí…”
Para don Héctor el cambio climático es palpable, aún en los bofedales o humedales ubicados en lo alto y siente como nadie la escasez de agua… ¿cómo le afecta?
“…Los sembradíos están una pena ahora. Aquí no hay producción, entonces sólo para animales en bofedales… Pero en la comunidad no hay agüita y no están sembrando ni papita pues, están esperando … y se han sembrado … no está retoñando… este año está un poco medio fregadito ¿no?. En noviembre va a empezar a llover, pero no hay nada, ni siquiera, nada. Estamos un poco medio preocupados todos, las autoridades … están preocupados, la comunidad … estamos preocupados también. Todo en producción agrícola sube entonces, afecta a todos, a toda la ciudad ¿no? Es así, por eso estamos preocupados por la agüita…”
La visión local y el saber de los habitantes que habitan los sectores menos poblados de la Cordillera son claves para comprender los cambios que se vienen dando por la pérdida de los glaciares y su impacto en la conservación de la biodiversidad, de los recursos hídricos y la protección de la calidad del medio ambiente.
Fuente: Entrevista de Diana Rojas, Asistente Nacional del Proyecto Cuenca Amazónica en Bolivia, http://sitservicios.lapaz.bo/biodiversidad/pgi-hampaturi/