Sábado, Julio 27, 2024

Senador Espinoza: ¿Por qué odias a Jackson? Por Roberto Pizarro Hofer

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El senador Espinoza no es de una sola línea; porque antes, como eterno diputado, no se le escucho despotricar contra el expresidente Lagos y su ministro Cruz cuando apareció el caso MOP Gate. Tampoco tuvo una voz de odio ante los casos Penta, SQM y Corpesca, ni cuando, en el gobierno de la presidente Bachelet, se obligó a renunciar al fiscal Gajardo y al director de Impuestos Internos, Michel Jorrat, para proteger a la clase política y al empresariado de las potenciales consecuencias tras sus comportamientos corruptos.

A propósito del robo de unos computadores en el Ministerio de Desarrollo Social, el senador del Partido Socialista, Fidel Espinoza, en coincidencia con la derecha, y sin fundamento alguno, responsabilizó del hecho al ministro Jackson, desplegando una andanada de calificativos inaceptables cuya única respuesta sería una bofetada:

“Son una red de sinvergüenzas, que ya perdieron el pudor. Renuncia Jackson. Eres el líder de la banda y te lo digo sin tapujos y sin miedo a tus amenazas a que me calle”.

Un día después los computadores aparecieron, y en manos de un grupo de verdaderos delincuentes. Pero Espinoza tal cual, como si no hubiera pasado nada.

No es esta la primera vez que conocemos este comportamiento belicoso. En ocasiones anteriores, Espinoza había vertido su odio contra Jackson, acusándolo de soberbio, de querer destruir el Senado, de parecer más un dirigente estudiantil que un ministro y responsable del fracaso del proceso constituyente.

¿Qué le pasa a Espinoza con Jackson? ¿A qué obedece esta agresividad?

A propósito del caso convenios, el senador, estigmatiza en bloque a Revolución Democrática (RD), calificándola de organización política corrupta, que se ha propuesto defraudar al Estado. Las descalificaciones en bloque de senador resultan inexplicables ya que en el asunto convenios está en curso el accionar de la Fiscalía y la Contraloría, junto a las sanciones ya adoptadas por RD sobre los responsables de utilizar dineros públicos de forma fraudulenta. Y todos esperamos que la Justicia, y no Espinoza, sancione a los corruptos.

Pero el senador va más allá, apuntando directamente al ministro Jackson, llamándolo “el líder de la banda”.

¡De qué banda se trata Espinoza!, porque a la fecha la única banda que conocemos en Chile, vinculada a la política, es la del ex Alcalde, Miguel Ángel Aguilera, por años dirigente del Partido Socialista, y hoy preso por corrupto. Y aquí fue la Justicia la que determinó su condena.

Si estuviéramos en otros tiempos los insultos de Espinoza serían materia de un duelo. Es lo que correspondería, porque el senador se protege en la impunidad del fuero parlamentario.

El senador Espinoza no es de una sola línea; porque antes, como eterno diputado, no se le escucho despotricar contra el expresidente Lagos y su ministro Cruz cuando apareció el caso MOP Gate. Tampoco tuvo una voz de odio ante los casos Penta, SQM y Corpesca, ni cuando, en el gobierno de la presidente Bachelet, se obligó a renunciar al fiscal Gajardo y al director de Impuestos Internos, Michel Jorrat, para proteger a la clase política y al empresariado de las potenciales consecuencias tras sus comportamientos corruptos.

¿Por qué en esos años fue complaciente el senador Espinoza con los poderosos, si se dice adalid contra los corruptos?

La violencia del discurso del senador Espinoza se apoya en una construcción llena de prejuicios contra su víctima. Es claro que al senador no le gusta el actual gobierno, se ha convertido en su enemigo y que, sobre todo, le molesta la crítica de sus dirigentes a lo que fueron los gobiernos de la Concertación. Pero quizás hay algo más: la rabia contra Jackson simboliza el odio de Espinoza (y de algunos otros) contra una juventud, que tuvo el valor y la fuerza de desafiar a la clase política tradicional y convertirse en gobierno. Eso duele.

¿O habrá algo más? ¿Quizás una interpretación freudiana del comportamiento de Espinoza? ¿Será que el fondo admira a Jackson?

Porque no hay odio sin amor. Y la experiencia freudiana ha comprobado que el odio revela un amor inconsciente. Es lo que parece poner de manifiesto Espinoza con sus dichos reiterados de odio contra Jackson.

¿Será eso lo que está presente en el subconsciente del senador Espinoza?

Por Roberto Pizarro Hofer – Economista. Colaborador de El Maipo

Nota: El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial El Maipo.

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