Tanto la producción de alimentos, como la generación de electricidad están devastadas, admitió hoy el presidente de Zambia, Hakainde Hichilema, al declarar la emergencia nacional por la brutal sequía que agosta al país.
Todo ello complicado por las secuelas de la reciente epidemia de cólera que contagió a unas 16 mil personas y mató a casi 600, según estadísticas oficiales.
La sequía que devasta a Zambia y a otros países del cono sur africano es consecuencia del fenómeno El Niño el cual empeora desfavorables condiciones atribuidas por los especialistas al cambio climático.
En una dramática alocución difundida por los medios a todo el país, el presidente precisó que 84 de los 116 distritos en que está dividido el país sufren los efectos de la prolongada sequía y prometió que las autoridades tomarán alimentos de las áreas en las cuales hay superproducción para distribuirlos en las damnificadas.
Reveló que la escasez de precipitaciones destruyó la mitad de los dos millones 200 mil hectáreas sembradas de maíz, alimentos básico en la mesa de los zambianos y advirtió que la situación permanecerá durante el mes recié iniciado y afectará a más de un millón de familias de agricultores.
Por paradójico que resulte, en el sur de Zambia están las famosas cataratas Victoria, Musi O Tunya (el humo que atruena en lengua autóctona), por las cuales descienden hasta mil 88 metros cúbicos de agua por segundo.
Fuente: El Maipo/PL