El carbón es el combustible fósil que más contribuye al cambio climático a nivel mundial y las centrales térmicas de carbón son la mayor fuente de emisiones de CO2 producidas por el ser humano. El uso del ‘carbón alcanza máximos históricos‘.
Además, la contaminación atmosférica por gases tóxicos procedentes de la combustión del carbón está destruyendo los medios de vida y matando gente, todo esto a las puertas de la COP30.
Pese al Acuerdo de París, algunos gobiernos, en especial en países como China, India, EE. UU. y algunos países del este de Europa, están permitiendo que la industria gaste cientos de miles de millones de dólares para construir nuevas térmicas de carbón.
El uso del carbón alcanza máximos históricos y ningún indicador apunta al objetivo de 1,5º
La energía del carbón ha disminuido porcentualmente como generadora de electricidad en los últimos cinco años, pero en términos absolutos su uso «se encuentra en un máximo histórico debido al aumento de la demanda total de electricidad», según el informe anual sobre el Estado de la Acción Climática 2025 publicado este jueves.
Si bien la mayoría de los indicadores de progreso van en la dirección correcta, ninguno de los 45 apartados que evalúa el informe está próximo a alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C para 2030.
La duplicación entre 2019 y 2024 de la cuota de energía solar y eólica en la generación mundial de electricidad, hasta llegar al 15 %, es uno de los pocos medidores que ofrece datos para el optimismo.
Junto al uso del carbón, la deforestación «también se ha desviado de forma preocupante«. Según el documento, ha pasado de 7,8 millones de hectáreas (Mha) por año en 2021 a 8,1 en 2024.
«Entre 2015 y 2024 el mundo perdió de forma permanente un total de 86 Mha de cobertura arbórea, una superficie aproximadamente del tamaño de Pakistán«, subraya.
Los autores del informe han calculado que en estos dos apartados, carbón y deforestación, habría que retirar unas 360 centrales eléctricas de carbón de tamaño medio cada año hasta y multiplicar por nueve los esfuerzos para detener la pérdida de bosques para cumplir con los objetivos de 2030.
«Si bien los avances que necesitamos siguen siendo posibles, lograrlos exigirá esfuerzos e inversiones mucho mayores y mejor coordinados en torno a soluciones tanto probadas como emergentes«, indica el informe, elaborado por los Campeones Climáticos de Alto Nivel de la ONU, Climate Analytics y el Fondo Bezos para la Tierra, entre otras organizaciones.
Todos los sectores de la economía, desde la energía a la edificación, pasando por la industria, el transporte, el uso de la tierra y la alimentación, deben aplicar «transformaciones sistémicas audaces» para alcanzar el objetivo de temperatura del Acuerdo de París.
Los cambios van «a una velocidad prometedora, aunque insuficiente» en seis indicadores: vehículos eléctricos (ventas y porcentaje en el parque total), reforestación, emisiones de gases de efecto invernadero de la fertilización del suelo, productividad de la carne de rumiantes y financiación privada global para el clima.
La cuota de los vehículos eléctricos en las ventas de vehículos ligeros se ha quintuplicado desde 2020 hasta llegar al 22 %.
29 indicadores están ‘muy por debajo del ritmo necesario’
Otros 29 indicadores están «muy por debajo del ritmo necesario» y cinco más «van en una dirección totalmente equivocada«: la intensidad del carbón en la producción de acero, el porcentaje de pérdida en la producción de alimentos, la financiación pública de los combustibles fósiles, el porcentaje de kilómetros recorridos por los vehículos de tipo turismo y la pérdida de manglares.
De los cinco indicadores restantes ni siquiera hay datos suficientes para su evaluación. El desperdicio de comida per capita figura entre ellos.
El informe celebra que la financiación privada para el clima haya aumentado, que la energía solar sea la de más rápido crecimiento de la historia y que innovaciones como el hidrógeno verde experimenten avances significativos.
«Sin embargo, por cada avance prometedor, hay señales preocupantes de estancamiento o retroceso«, resume el informe, que elabora una lista de recomendaciones.
Impulsar la investigación y el desarrollo, eliminar la financiación que perpetúa la dependencia de los combustibles fósiles y financia la deforestación impulsada por las materias prima y poner la justicia y la equidad deben en el centro de la acción climática «para que nadie se quede atrás en la transición» son algunas de ellas. EFE
El Maipo/ECOticias



