Investigadores de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile comprobaron la existencia en el país de un enorme dinosaurio carnívoro, del cual no se conocía hasta hoy su presencia en esta área del continente.
El estudio fue dirigido por Jared Amudeo y puso fin a años de debate tras el hallazgo en 1989 de un diente en el Monumento Natural de Pichasca, Región de Coquimbo.
Si bien era conocida su pertenencia a un carnívoro que vivió en ese lugar durante el cretácico superior, hace más de 92 millones de años, la identidad exacta del dueño de esa pieza era un misterio y muchos pensaron en un miembro de la familia de velociraptores.
El trabajo de los especialistas determinó que se trata de un abelisaurus, especie de depredadores que habitaron en distintos lugares del mundo.
Amudeo señaló que el ejemplar chileno pudo alcanzar de cuatro a cinco metros de largo y pesaba entre 800 kilogramos y una tonelada, un volumen considerable aunque inferior a los hallados en Argentina o Brasil.
El geólogo Raúl Ugalde, también participante del estudio, recordó que hace 92 millones de años Sudamérica formaba parte del supercontinente Gondwana y el entorno era totalmente diferente al actual norte chileno, caracterizado por un clima semiárido.
Había más calor y humedad con bosques tropicales, vegetación frondosa y un entorno volcánico, explicó.
Pichasca está ubicado en el valle del río Hurtado, en Coquimbo, y es conocido por la presencia de árboles petrificados y abundantes restos de animales prehistóricos, como el Titanosaurio, y Jared Amudeo asegura que seguirá brindando sorpresas en el futuro.
Fuente: El Maipo/PL