Por Sergio Pintado
La CELAC debe ser una herramienta primordial para evitar la militarización en América y podría ser clave para llamar la atención de la comunidad internacional ante la tensión en el Caribe, advirtieron expertos consultados por Sputnik. Para el analista Cristian Riom, la tensión en la región debería ser planteada por Brasil en el seno de los BRICS.
Los cancilleres de los países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) llamaron a que el continente se mantenga como “una región de paz” y “libre de cualquier forma de intervención”, como respuesta a las crecientes tensiones en el Caribe por el despliegue militar ordenado por EEUU.
El encuentro fue convocado de manera extraordinaria por el Gobierno de Colombia, que tiene en su poder la presidencia pro tempore del bloque regional. De acuerdo con la canciller colombiana Yolanda Villavicencio Mapy, los más de 23 países que asistieron al llamado acordaron “un pronunciamiento conjunto sobre la necesidad de preservar a América Latina como una región de paz, libre de cualquier forma de intervención, en estricto respeto a las declaraciones de Naciones Unidas, a la soberanía de los Estados y al mantenimiento de la paz regional”.
Según informó el Gobierno colombiano, la reunión “concluyó refrendando al diálogo diplomático y multilateral como instancias legítimas para la solución pacífica de controversias en estricto apego al derecho internacional“, aunque no se anunciaron medidas concretas por el momento.
¿Qué otros pasos hay para seguir?
En diálogo con Sputnik, el analista internacional colombiano Daniel Prieto reafirmó que “la CELAC, en su condición de foro regional, puede convocar a una reunión extraordinaria y adoptar una posición conjunta en defensa de la soberanía, el derecho internacional y la construcción de paz en la región”, tal como sucedió, aunque en la actualidad pueda encontrarse escollos en ese camino.
En ese sentido, lamentó que “la prevalencia de intereses nacionales alineados con EEUU y posiciones críticas frente a la situación política de Venezuela son factores que dificultan la cimentación de un consenso regional en torno a la militarización del Caribe”.
Para Prieto, la convocatoria cumplida el 1 de septiembre no es la única alternativa para Colombia como presidente actual de la CELAC. Al respecto, señaló que el Gobierno de Gustavo Petro también podría “solicitar una reunión extraordinaria de la Asamblea de la ONU o en la instancia de la OEA, apelando al principio de consulta regional, con el ánimo de deliberar y establecer una comisión que evalúe la militarización de la zona, en línea con el derecho internacional”.
“La resurgencia de este tipo de despliegues militares extranjeros, la instrumentalización política de las crisis internas y la falta de unidad regional, por ejemplo frente a la militarización, los recortes de la cooperación para fines humanitarios o el aumento de las tarifas arancelarias, erosionan el estatus de ‘zona de paz’, consagrado en las resoluciones de la ONU y por el propio compromiso histórico regional con la no intervención y la solución pacífica de controversias y conflictos“, señaló el analista.
El liderazgo de México, Brasil y Colombia
También consultado por Sputnik, el analista internacional argentino Cristian Riom valoró la existencia de la CELAC como un espacio “para expresarse en rechazo a cualquier intervención violenta sobre cualquier país de América Latina, más allá de las diferencias que puedan existir”.
Para Riom, es vital que organismos como la CELAC “se conserven en el tiempo y se profundicen más allá de las distintas miradas” de los gobiernos de la región y que se evite lo sucedido en el pasado con la UNASUR, desarticulada a partir de 2018 como consecuencia de diferencias ideológicas de los mandatarios.
“De por sí es importante conservar la unidad y la independencia de América Latina. Se puede discutir y puede haber alternancia de gobiernos, más a la izquierda o más a la derecha, pero jamás debe renunciarse a esas herramientas“, argumentó el experto.
Para el experto, la unidad es clave para colocar “un límite” a las amenazas que pueden llegar desde EEUU. Si bien remarcó que ese límite “no puede ser militar porque ninguno tiene la capacidad para enfrentar a EEUU”, una buena coordinación regional puede facilitar una respuesta conjunta “a nivel diplomático, pero también comercial, cultural o de presión en medios de comunicación”.
De todas maneras, Riom coincidió con Prieto en la dificultad de que todos los gobiernos de la región alcen su voz de la misma manera ante posibles amenazas desde Washington. En ese sentido, el analista argentino admitió en que “no podemos esperar nada del presidente argentino Javier Milei, que acata automáticamente lo que diga EEUU sin poner ninguna objeción”.
Por ese motivo, Riom consideró que son “los gobiernos de México, Colombia y Brasil” los que pueden tomar el liderazgo en el rechazo a la tensión generada en el Caribe, “tanto por una cuestión geográfica de cercanía al Caribe y Venezuela como por una disposición ideológica y una fuerte impronta de independencia en su política exterior”.
El experto sostuvo, además, que esos países también tienen la capacidad de llamar la atención de “actores internacionales de fuera de la región como India, China o Rusia”. En esa línea, planteó la conveniencia de que Brasil plantee la situación ante los BRICS y que el caso también sea considerado en el marco de los debates sobre la necesidad de “una nueva gobernanza global”.
El Maipo/Sputnik