Los reguladores bancarios chinos están haciendo planes para permitir que las empresas energéticas rusas reinicien la venta de bonos denominados en yuanes en China continental, una medida que daría una fuente vital de financiación no occidental a Moscú y representaría una fuerte profundización de las relaciones económicas entre los dos países.
Los reguladores bancarios chinos están elaborando planes para permitir que las empresas energéticas rusas reanuden la venta de bonos denominados en yuanes en China continental. Esta medida proporcionaría una fuente vital de financiación no occidental a Moscú y representaría una sólida profundización de las relaciones económicas entre ambos países. El posible relanzamiento de este mercado, denominado “Bonos Panda”, restablecería la senda iniciada por el gigante ruso del aluminio Rusal.
Se está gestando un nuevo sistema financiero
Altos responsables de la política financiera china manifestaron su aprobación de la propuesta en conversaciones recientes con ejecutivos energéticos rusos. De prosperar, será la primera vez que una empresa rusa capte capital en China continental desde la invasión de Ucrania en 2022.
El único precedente histórico de tal medida proviene del sector del aluminio. La última empresa rusa en penetrar con éxito en este mercado fue la empresa estatal de aluminio Rusal, que recaudó 1.500 millones de yuanes con emisiones de bonos Panda en 2017. Esto demostró la escalabilidad del mercado de bonos chino para las empresas industriales rusas con gran inversión de capital que buscan diversificar su base de financiación más allá del dólar estadounidense.
Rusia y China están más cerca que nunca
Es probable que los primeros en emitir nuevos bonos sean actores menos sancionados, como la empresa estatal de energía nuclear Rosatom. Anticipándose a ello, importantes empresas rusas están construyendo una nueva arquitectura financiera, obteniendo calificaciones crediticias de organismos chinos como CSCI Fengyuan tras su exclusión de la bolsa por parte de firmas occidentales como Fitch.
Esta integración económica se produce a la par de la profundización de los lazos políticos y comerciales. El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, firmaron recientemente un memorando de entendimiento para el gasoducto «Poder de Siberia 2», consolidando aún más su vínculo energético.
Esta mayor integración también se evidencia en los flujos comerciales, donde las exportaciones rusas de aluminio a China experimentan un fuerte aumento a medida que se redefinen los antiguos mapas comerciales. La reactivación de los Bonos Panda refuerza el eje Rusia-China, potencia el papel global del yuan y abre una nueva vía de capital importante para las industrias estratégicas rusas. Alcircle
El Maipo/BRICS