El ministro de Hacienda, Mario Marcel, confirmó hoy un superávit de 1,1 por ciento en la ejecución del presupuesto correspondiente al año pasado, lo cual no se conseguía desde 2011.
De acuerdo con el funcionario, esto fue posible gracias a la estricta austeridad en el gasto público, con un descenso de 23,1 por ciento, y al incremento en 6,6 puntos porcentuales de los ingresos reales.
No debe olvidarse, sin embargo, que a lo largo de 2020 y 2021, los años más difíciles de la pandemia de Covid-19, el Estado debió realizar fuertes desembolsos para apuntalar la economía y ayudar a las familias a enfrentar la crisis, agregó el titular.
Marcel señaló también que el año pasado ocurrieron una serie de factores coyunturales, los cuales estarán ausentes en 2023 y obligan a fijar metas más austeras y realistas.
El economista Arturo Frei, citado por Radio Cooperativa, calificó el superávit fiscal como una buena noticia, sin olvidar el impacto positivo del incremento alcanzado por las materias primas en los mercados internacionales, entre ellas el cobre y el litio.
No se sabe, dijo el experto, si esas circunstancias se mantendrán a lo largo de 2023, pero en todo caso habrá una respuesta alentadora en las inversiones extranjeras directas, que suelen guiarse mucho por los resultados fiscales.
El Ministerio de Hacienda reportó, asimismo, que al cierre de 2022 el volumen de la deuda bruta chilena fue equivalente al 37,3 por ciento del Producto Interno Bruto, lo cual confirma el control del gasto y la normalización de las obligaciones del país.
Fuente: El Maipo/PL