El presidente de Chile, Gabriel Boric, entregó un reconocimiento al juez español Baltasar Garzón, quien ordenó la detención del dictador Augusto Pinochet en Inglaterra en 1998. Boric lo hizo en el marco de su visita a España en vísperas de la cumbre CELAC–UE, durante el encuentro “Chile, memoria y futuro”, realizado en Casa América de Madrid.
En el evento, que tuvo lugar este 15 de julio y que contó con la participación de artistas españoles, Boric llamó a todos los partidos políticos de su país a firmar una declaración conjunta sobre la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, comandado por el general Pinochet.
Lejos de aceptar la propuesta, la derecha chilena entendió la condecoración al juez español como un acto vergonzoso y una maniobra para distraer la atención de casos de corrupción en Chile.
“La figura de Baltasar Garzón representa también, para nosotros, para los sectores populares y democráticos, el fracaso de la justicia chilena […] que fue cómplice de la dictadura“, explica Juan Pablo Sanhueza, analista político y Presidente del Partido Popular (en formación) de Chile.