Luego de 10 días de sesiones, concluyó la Feria Internacional del Libro (Filsa) de Santiago de Chile, que en esta edición realizó más de 400 actividades y tuvo como invitado de honor a China.
El presidente de la Filsa, Eduardo Castillo, hizo un balance positivo del encuentro literario, tanto por la variedad de libros de todas las temáticas y categorías, como por la amplitud del programa y la presencia de China, que superó todas las expectativas.
La delegación del país asiático estuvo conformada por 118 personas, entre ellas cinco de sus más prestigiosos escritores, además de académicos, artistas y expositores.
China es nuestro primer socio comercial y también tiene una gran riqueza literaria, y el rol de esta feria es ser puente entre culturas, declaró Castillo a Prensa Latina.
El pabellón del gigante asiático en el Centro Estación Mapocho ocupó una superficie de 500 metros cuadrados y presentó títulos de 45 casas editoras y grupos de publicaciones.
Este año, el presidente de Chile, Gabriel Boric, visitó la Filsa, donde recorrió los distintos stand y señaló el compromiso del Gobierno con la promoción de la lectura.
Boric anunció un incremento de 45,8 por ciento para el Ministerio de las Culturas en el presupuesto de 2025, que se debate en el Congreso.
Filsa tuvo tres pilares: la feria de los libros, la cultural y la profesional, por eso también se efectuó un seminario internacional sobre literatura infantil y juvenil, un encuentro de bibliotecarios y otro de editoriales universitarias.
Durante 10 días, el público pudo disfrutar de un amplio programa, que incluyó presentaciones de títulos, lecturas, recitales, conferencias, talleres, música, teatro y espectáculos de títeres.
En esta edición 43, la Cámara Chilena del Libro realizó el lanzamiento de la convocatoria al Premio a la Edición 2024 en las categorías de Libros de Ficción y No Ficción para jóvenes y adultos y Libros para niñas y niños de hasta 12 años.
El Maipo/PL