(Beijing) La producción de algodón en Xinjiang, noroeste de China, alcanzó una cifra récord de casi 5,69 millones de toneladas este año, en medio de las sanciones que algunos países occidentales imponen hoy a este sector.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE), esta región autónoma uygur aumentó en 574 mil toneladas la cifra de 2023.
Lo registrado este año en Xinjiang representa el 92,2 por ciento de la producción total de algodón del país en 2024
La superficie destinada al cultivo de algodón en aquella región llegó a casi 36,72 millones de mu (2,45 millones de hectáreas) entre enero y diciembre, lo que supone un aumento del 3,3 por ciento respecto al año anterior.
El rendimiento promedio por mu fue de 154,9 kilogramos, lo que refleja un incremento del 7,6 por ciento interanual.
De acuerdo con la Asociación Algodonera de Xinjiang, la adopción de tecnologías agrícolas modernas impulsó aún más la producción, alcanzando una tasa de mecanización del 100 por ciento en la plantación y una tasa de cosecha mecánica del 90 por ciento.
Desde la década de 1990, Xinjiang se ha consolidado como la principal base de producción de algodón en el gigante asiático, con la plantación, el procesamiento y el hilado convirtiéndose en pilares clave para el desarrollo socioeconómico local.
Informes de medios occidentales acusan a la región de prácticas de trabajo forzado, lo cual ha rechazdo China al insistir en que las políticas implementadas allí buscan combatir el terrorismo, promover la estabilidad y fomentar el progreso.
Akram Memtimin, productor local, subrayó a la agencia Xinhua que la actividad algodonera ha mejorado gracias a los avances tecnológicos, incluidos los drones para la aplicación de pesticidas y sistemas de navegación por satélite en las sembradoras.
El representante también cuestionó la veracidad de las acusaciones sobre supuesto trabajo forzado, destacando la rentabilidad de la industria algodonera local.
«Este algodón blanco como la nieve es nuestra fuente de ingresos. Nos ganamos bien la vida, compramos autos y nos mudamos a casas modernas cultivándolo. ¿Necesitamos que nos obliguen a hacerlo?», comentó.
En respuesta a las acusaciones internacionales, el gobierno chino subrayó que las sanciones de Estados Unidos y otras naciones a los productos de Xinjiang no tienen fundamento y buscan obstaculizar el progreso de la región.
El Maipo/PL