Por Jorge C.A.
Nonhle Mbuthuma: ‘fue como si nos hubiera caído una bomba encima. Acabábamos de enterarnos de que el gigante petroquímico Shell estaba haciendo exploraciones en busca de petróleo y gas cerca de donde yo vivo, frente a la costa de Sudáfrica. Aunque nadie había tenido a bien informarnos: ni nuestro Gobierno, ni la empresa, ni nadie. Lo oímos en las noticias’. Nonhle Mbuthuma ganó el premio Goldman en 2024, es fundadora del Comité de Crisis Amadiba y lidera la comunidad ‘amaMpondo’ de Sudáfrica.
Los ‘amaMpondo’ creen que sus ancestros habitan el océano sagrado que Shell quiere perforar. En los tribunales se libra una batalla entre lucro, protección medioambiental y cultura ancestral.
La comunidad indígena que habita la Costa Salvaje de Sudáfrica lucha en los tribunales contra la poderosa petrolera Shell por querer llevar a cabo prospecciones de petróleo y gas en el océano sagrado de los ‘amaMpondo’.
Para estas poblaciones la explotación lucrativa de su costa es inconcebible por los daños que Shell causaría sobre su pueblo y el medio ambiente al que se encuentran íntimamente ligados. Los pueblos indígenas de la Costa Salvaje en Sudáfrica libran una batalla judicial contra la petrolera Shell para defender su tierra y su mar.
La Costa Salvaje es un Área Natural Protegida
La Costa Salvaje es un Área Natural Protegida, una cadena de playas vírgenes y hectáreas de bosques naturales que confluyen en el océano Índico. Su valor medioambiental es incalculable.
Delfines, alcatraces, tiburones y ballenas de Bryde se reúnen ante el inmenso banco de sardinas que llegan a estas costas naturales. Millones y millones de estos peces, en la mayor migración animal del mundo, alimentan a los depredadores que, desde el fondo, la superficie del mar o el cielo se lanzan hacia el manjar.
Bruce Mann, del Instituto de Investigación Oceanográfica, sabe que la Costa Salvaje es muy productiva para las comunidades que viven a lo largo de la costa, ya que es fundamental para la pesca. Junto a ello, insiste en la “importancia de preservar esta zona porque posee una elevada proporción de especies endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo”, señala. Pero, además de la gran importancia ecológica y económica de la Costa Salvaje, los indígenas que la habitan mantienen una conexión muy especial con su mar.
Los ‘amaMpondo’ creen firmemente que los espíritus de sus antepasados, los guardianes del conocimiento indígena, descansan en las aguas del océano. Llegan allí a través de los ríos adónde van cuando mueren. Por eso, para los ‘amaMpondo’, el mar es un lugar sagrado en el que los sanadores o sangomas realizan sus rituales y ceremonias.

Los ‘amaMpondo’ contra Goliat
La compañía petrolera Shell con el apoyo del gobierno sudafricano trataron de llevar a cabo una prospección sísmica para cartografiar el fondo marino de la Costa Salvaje en busca de depósitos de petróleo y gas. Las comunidades indígenas se cerraron en banda y no aceptaron que el mar de sus ancestros fuera perforado. “Definitivamente, nuestros antepasados ya están llorando” asegura Siyabonga Ndovela, líder del Comité de Crisis Amadiba.
Junto a un grupo de abogados y de activistas ambientales, los ‘amaMpondo’ demandan al gigante petrolero. Su objetivo: “Que Shell no haga prospecciones en nuestro océano, eso es todo”, explica el director de la organización ecológica y conservacionista Sustaining the Wild Coast, Sinegugu Zukulu.
“Si no actuamos ahora, será demasiado tarde”, afirma la activista Nonhle Mbuthuma quien dice estar dispuesta a sacrificar su vida por su pueblo. Los amaMpondo son una comunidad increíblemente valiente que ya ha librado batallas en múltiples frentes. Conocidos por su cultura y espiritualidad, íntimamente ligadas a su tierra y su mar, fueron una de las pocas comunidades que consiguieron resistirse a las expulsiones forzosas del gobierno del apartheid.
Su valor y su tenacidad les han llevado, en esta ocasión, a luchar contra el gigante petrolero para proteger las tierras y los mares de sus antepasados. “Todo el mundo nos decía: No se puede vencer a Shell”, relata Mbuthuma.
Sin embargo, la población siguió adelante con sus reivindicaciones sobre los derechos consuetudinarios que poseen estas comunidades costeras como el derecho de pesca, así como el derecho constitucional a tener un medio ambiente seguro, sano y protegido. “
Queremos cosas que mejoren nuestra vida, no cosas que solo os beneficien a vosotros”, advierte Ndovela dirigiéndose a Shell, al mismo tiempo que denuncia con contundencia que “no podemos esperar a que alguien nos imponga sus planes”.
Ahora bien, según asegura la abogada Wilmien Wicomb, que representa a los indígenas de la Costa Salvaje, “cuando te enfrentas a una empresa como Shell, te enfrentas a unos enormes recursos”.
Todo queda en manos de la justicia
La acción legal de los ‘amaMpondo’ llevada a los tribunales denunciaba fallos en el procedimiento, el deterioro marino irreparable que generarían las prospecciones y, en consecuencia, el impacto negativo, en lo relativo al sustento y al daño cultural y espiritual de esta comunidad oriunda.
Se trata de unos derechos que obligan a los ‘amaMpondo’ a responsabilizarse de cuidar el medio ambiente como antes hicieron sus antepasados. Fue el legado que les transmitieron y que, ahora, ellos deben pasar a las siguientes generaciones.
El Maipo/ECOticias