(Moscú) Rusia está al tanto de las declaraciones provenientes de Washington de que todos los países deben dejar de adquirir petróleo ruso, declaró hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Escuchamos las declaraciones de Washington, incluido el presidente estadounidense, Donald Trump, de que todos los países deben dejar de comprar petróleo ruso. Sabemos que muchos países responden que decidirán por sí mismos a quién comprarle y qué es lo más conveniente para sus intereses nacionales», dijo Peskov ante la prensa.
Además, el vocero señaló que el interés, por ejemplo, de Hungría por los recursos energéticos rusos se debe a su alta competitividad en el mercado internacional.
«Cualquier país está interesado en comprar productos estratégicos, como los recursos energéticos, de la mejor calidad, en grandes volúmenes y al menor precio posible. En este sentido, los hidrocarburos rusos son muy competitivos en los mercados internacionales. Esto explica el interés del primer ministro húngaro, Victor Orbán», recalcó.
Peskov añadió que los recursos energéticos rusos son «atractivos» y tienen un significado estratégico para muchos países.
Orbán declaró antes que, durante su próxima visita a Estados Unidos, planea debatir con Trump las sanciones al petróleo ruso, ya que sin los suministros de Rusia los precios de la energía en Hungría se dispararían.
Rusia y Estados Unidos retomaron el contacto el pasado 12 de febrero con una llamada entre sus presidentes, la primera desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, quien busca, entre otros objetivos, poner fin a las hostilidades entre Rusia y Ucrania.
El 15 de agosto se reunieron en Anchorage, Alaska, en una cumbre de casi tres horas, la primera desde la asunción de Trump en enero.
El 16 de octubre, Trump anunció una posible cumbre en Hungría en las siguientes dos semanas para tratar la crisis ucraniana y las relaciones bilaterales, pero más tarde canceló la reunión. Putin calificó la decisión como un aplazamiento. Paralelamente, Washington impuso sanciones a las principales petroleras rusas, Lukoil y Rosneft, y a sus subsidiarias, por la supuesta falta de compromiso de Moscú en la resolución del conflicto.
El 22 de octubre el director del Fondo Ruso de Inversión Directa y enviado especial de Putin para cooperación económica, Kiril Dmítriev afirmó que los instigadores de guerra temen una cumbre entre ambos líderes, aunque confió en que el diálogo por la paz prevalezca.
El Maipo/PL



