El primer ministro había dicho que trabajaría con todo el arco político para enfrentar la amenaza del presidente electo de EEUU de imponer un 25% de aranceles a los productos importados de Canadá y México hasta que los gobiernos de estos países frenen la llegada de drogas e inmigrantes ilegales.
Tras haber informado en la jornada previa sobre su conversación telefónica con Trump para discutir sobre la propuesta del republicano de gravar a sus socios norteamericanos, Trudeau se presentó en la Cámara de los Comunes —la Cámara baja del Parlamento—, restándole gravedad a este potencial escenario.
“En lugar de entrar en pánico, estamos adoptando formas constructivas para proteger los empleos canadienses como lo hemos hecho antes”, declaró el primer ministro, añadiendo que “nadie quiere” entrar en guerra [comercial] con EEUU.
Horas después, hablando con la prensa, Trudeau dijo que el trabajo que se hará para abordar el tema será hecho de “forma seria y metódica” y que se realizará en conjunto con el resto de los partidos y gobernantes de Canadá.
“Una de las cosas realmente importantes es que todos trabajemos juntos en esto. El enfoque de un equipo de Canadá es lo que funciona”, afirmó.
Sin embargo, la propuesta de unidad de Trudeau fue recibida mayormente con frialdad a lo largo del arco político local, algo que no resulta sorprendente dada la baja popularidad del primer ministro y la proximidad de las elecciones generales en Canadá, a realizarse el año próximo.
“Las preocupaciones expresadas por Donald Trump son preocupaciones legítimas“, dijo François Legault, primer ministro de Quebec, quien acusó a Trudeau de no tomarse en serio la amenaza comercial de Trump y así poner en riesgo el trabajo y la subsistencia de decenas de miles de ciudadanos de su provincia y el país.
En tanto, Doug Ford, primer ministro de Ontario y político habitualmente catalogado como “el Trump de Canadá” por sus declaraciones polémicas, dijo que Trudeau había fallado al no lograr asegurar la frontera entre ambos países.
“Tenemos que reforzar nuestras fronteras en ambos lados”, sentenció Ford.
De manera similar, Danielle Smith, primera ministra de Alberta, provincia donde se extrae la mayor parte del petróleo canadiense —por mucho el principal producto exportado a EEUU—, dijo que Trump tenía “preocupaciones válidas relacionadas con actividades ilegales en nuestra frontera compartida” y pidió a Trudeau “ponerse a trabajar de inmediato” para resolver este problema.
En el día de ayer, Pierre Poilievre, el líder de la oposición y según todas las encuestas el favorito para ganar las próximas elecciones, se manifestó a favor de excluir a México del T-MEC si eso significaba mantener el tratado comercial con EEUU y calmar las aguas con la futura administración republicana.
“Comerciamos más con Estados Unidos que con el resto del mundo combinado. Haré lo que sea necesario para preservar esa relación por encima de todas las demás”, afirmó el líder conservador.
El Maipo/PL