(Londres) El Museo Tate Britain continúa hoy y hasta el 15 de febrero de 2026 con una exposición homónima sobre la fotógrafa Lee Miller, a quien califica como una de las voces artísticas más urgentes del siglo XX.
Elizabeth, su nombre real, comenzó su carrera profesional como modelo y fue su colaboración con grandes artistas del período 1920-1930 la inspiración a convertirse en fotógrafa.
Con alrededor de 250 grabados antiguos y modernos, incluidos algunos nunca antes expuestos, la exposición revela la visión poética y el espíritu intrépido de Miller, así como su extraordinaria trayectoria en la fotografía de guerra, de moda, de paisajes egipcios y su participación en el surrealismo francés, detalla el texto guía del Tate Britain.
Al mudarse a París en 1929, se formó simultáneamente con dos de los fotógrafos más destacados de la ciudad, Man Ray y George Hoyningen-Huene; actuaba para sus cámaras al tiempo que trabajaba como asistente de estudio y aprendiz; cocreó algunas de las imágenes de moda más icónicas de su época, añade la publicación.

Se asoció con seguidores del movimiento surrealista y su lente le otorgó nuevos significados a los contextos familiares con recortes, yuxtaposiciones inusuales y ángulos desorientadores.
Con 25 años la artista expuso en París, Marsella, Bruselas, Londres, Milán, Nueva York y San Francisco.
Durante su estancia en Egipto, realizó expediciones regulares por Siria, Palestina, Rumanía, Chipre, Grecia y Líbano, además de documentar la modernidad industrial del país árabe donde residía con su esposo.
Miller fotografío el Blitz, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y muchas de esas imágenes se publicaron en el libro Grim Glory: Pictures of Britain under fire (1941) y en la exposición Gran Bretaña en Guerra, del Museo de Arte Moderno de Nueva York, en Estados Unidos.
De esta manera, no es difícil creer que se convirtiera en corresponsal de guerra para el gobierno norteamericano en 1942; sus reportajes incluyeron actualizaciones de Francia, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Austria, Hungría, Luxemburgo y Rumanía.
El Tate Britain invita a contemplar no solo sus imágenes, sino el coraje de una artista que hizo de la fotografía un testimonio íntimo y político.
El Maipo/PL