(Damasco) La escasez de lluvias provocó un deterioro en la situación agrícola de la Rosa de Damasco, cuyas prácticas culturales y artesanales están inscritas desde 2019 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
De acuerdo con las autoridades agrícolas y culturales, la temporada de cosecha de este cultivo se retrasó y muchos campos recién plantados se marchitaron, debido a la sequía generada por las pocas precipitaciones que apenas llegaron al 25 por ciento del promedio anual.
El Departamento de Agricultura de la provincia de Rif Dimashq anunció la toma de medidas para proteger esta tradición agrícola como apoyar los campos con modernos métodos de riego, combatir las plagas, mantener los pozos y suministrar tanques de agua a los campos.
El valor de la Rosa de Damasco no se limita a lo estético y patrimonial, sino que representa una importante fuente de ingresos para muchas familias, especialmente mujeres, a través del proceso de recoger las flores y destilarlas para extraer agua de rosas, además de extraer aceite de los pétalos, que se utiliza en la fabricación de dulces y perfumes.
La temporada de cosecha generalmente comienza a mediados de mayo de cada año, y en el pueblo de Al-Marah al norte de Damasco se celebra cada año un festival al que asiste toda la población y en el que se realizan actividades sociales y artísticas que reflejan la gran importancia de este cultivo, que se ha convertido en un símbolo de Siria en el extranjero.
El Maipo/PL