Masivas deportaciones, la elevación de aranceles a México y Canadá y una probable medida similar sobre el cobre ponen de manifiesto que el respeto, temor o ceguera resultan inútiles ante la arbitrariedad de Trump, el incumplimiento de los tratados comerciales y el retorno de la doctrina Monroe.
La Maldición de Malinche
Se nos quedó el maleficio
De brindar al extranjero
Nuestra fe, nuestra cultura,
Nuestro pan, nuestro dinero.
Y les seguimos cambiando
Oro por cuentas de vidrio
Y damos nuestras riquezas
Por sus espejos con brillo.
(Autor Gabino Palomares e Interprete Amparo Ochoa)
A diferencia de otros gobiernos estadounidenses, el actual presidente Donald Trump tendrá muy presente a América Latina. La expulsión de los inmigrantes latinos es su prioridad, a lo que agrega declaraciones beligerantes por recuperar el Canal de Panamá. Además, ha convertido en amigos carnales a los presidentes de extrema derecha de la región, Javier Milei y Nayib Bukele. Y, nombró al hispano, de origen cubano, Marco Rubio, como secretario de Estado.
Tiempos difíciles para nuestra región, que recientemente se vivieron con la expulsión de migrantes brasileños, colombianos y ecuatorianos, encadenados y maltratados por las fuerzas policiales norteamericanas, en aviones militares del país del norte. Brasil protestó, Ecuador mantuvo silencio, mientras Petro manifestó un indignado rechazo, impidiendo el aterrizaje de esos aviones; pero, la réplica de Trump no se hizo esperar.
Trump anunció el alza de los aranceles contra las exportaciones colombianas y una restricción de las visas para ingresar a EE.UU. a funcionarios del gobierno de Petro. Esto obligó al presidente colombiano a retroceder y aceptar el retorno de los migrantes de su país, aunque en condiciones dignas y en aviones colombianos.
Los hechos sucedidos son preocupantes. Pero lo es mucho más la reacción de pasividad, complacencia e incluso servilismo de gobiernos y políticos de la región ante la violencia de Trump, aun cuando éste haya sido claro en señalar que su país no necesita a América Latina.
Es la maldición de Malinche, comportamiento que nació en nuestra región cuando Hernán Cortés invadió México. La Malinche, su amante y traductora, se puso del lado del invasor y traicionó a su pueblo, convirtiéndose en yanacona, al servicio de la conquista y de la instalación colonial.
Esa maldición renace cuando en Colombia y otros países de América Latina se prefiere criticar el verbo y reacción de Petro, en vez de la agresividad de Trump. Entre varios críticos destaca el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien, dócil ante el presidente estadounidense, manifestó que los castigos anunciados contra Colombia debían ser solo para el gobernante y sus aliados y que “Estados Unidos deberá saber diferenciar entre Petro y todo un país que termina pagando los platos rotos por sus malas intenciones”.
“Hipócrita que te muestras humilde ante el extranjero, pero te vuelves soberbio con tus hermanos del pueblo. Maldición de Malinche, enfermedad del presente, cuando dejarás libre a mi tierra, cuando harás libre a mi gente” (letra de la canción, La Maldición de Malinche).
A ello se agregó el rechazo a realizar la reunión de la CECLA en Honduras, que se había programado a instancia de Petro. No hubo consenso. En comunicado oficial del 28 de enero la presidenta de Honduras y cabeza pro tempore de la organización regional, Xiomara Castro, informó que: “Honduras lamenta que en el caso de Haití y en esta crisis humanitaria de los migrantes, nuevamente recibimos la oposición sistemática de países Miembros que han privilegiado otros principios e intereses, diferentes a los de la unidad de la región latinoamericana y caribeña”.
Vamos mal, muy mal en nuestra región. En vez de reaccionar con firmeza y solidaridad regional ante el garrote de Trump, se opta por el miedo y la complacencia. Como si ese comportamiento timorato sirviera para convertir a Trump en un hombre benevolente.
En Chile, por ejemplo, hemos escuchado a políticos, economistas, autoridades y exautoridades señalar que se debe mantener una relación respetuosa frente a Trump, porque se trata de un hombre muy poderoso; o, que no tendríamos riesgos comerciales relevantes, porque existe un TLC que nos protege.
Masivas deportaciones, la elevación de aranceles a México y Canadá y una probable medida similar sobre el cobre ponen de manifiesto que el respeto, temor o ceguera resultan inútiles ante la arbitrariedad de Trump, el incumplimiento de los tratados comerciales y el retorno de la doctrina Monroe.
Roberto Pizarro Hoffer, Economista, ex decano de la Facultad de Economía Política de la U. de Chile, ex Ministro de Desarrollo y la Familia, colaborador permanente de elmaipo.cl
El Maipo
Columna publicada en El Desconcierto el 04.02.2025
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