El encuentro nacional reunirá hoy a empresarios del sector para analizar propósito, tecnología y redes como ejes del crecimiento
(Santiago) Bajo el concepto “Las Empresas Mipymes en los Nuevos Escenarios”, se realiza hoy el Encuentro Nacional de la Pequeña Empresa (ENAPE 2025) en el Salón Pérgola del Hotel Plaza San Francisco de la capital. El evento, convocado y organizado por la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Chile (CONAPYME), busca abordar las principales inquietudes, problemas y aspiraciones de un sector que representa más del 98% de las empresas del país.
El título del encuentro cobra especial relevancia en un contexto de transición política, ya que el próximo año Chile tendrá un nuevo gobierno y un nuevo Parlamento. Las empresas de menor tamaño esperan que sus demandas sean consideradas en la agenda pública para poder proyectarse hacia el futuro con mayor certeza.
Un sector clave pero con desafíos estructurales
Las cifras oficiales del Servicio de Impuestos Internos (SII) revelan que, si bien las Mipymes representan más del 98% de las empresas activas en Chile, solo generan el 13% de las ventas totales del país, mientras que el 87% restante se concentra en grandes empresas. Esta desigualdad evidencia una brecha persistente entre presencia y capacidad de generar ingresos.
Sin embargo, su rol social es incuestionable. Según el Ministerio de Economía, las Mipymes representan el 65% del empleo formal del país. Las microempresas concentran el 37,3% del empleo, seguidas por las pequeñas (13,1%) y las medianas (14,9%).
Acceso a financiamiento: un obstáculo persistente
El Informe de Resultados de la Encuesta Longitudinal de Empresas (ELE-5) del Ministerio de Economía revela que el 19% de las microempresas vio rechazada su solicitud de crédito, en contraste con apenas el 1% de las grandes empresas. Las condiciones ofrecidas a las Mipymes suelen ser más exigentes y con un costo financiero más elevado, limitando su capacidad de inversión e innovación.
En materia de internacionalización, el panorama es igualmente desafiante. Según el Informe Anual de Empresas Exportadoras 2024 de ProChile, solo el 0,4% de las Mipymes chilenas realiza exportaciones, y sus ventas representan apenas el 2,2% del total exportado a nivel nacional.
Cooperativas: una estrategia en auge
Frente a estos desafíos, muchas Mipymes han optado por organizarse colectivamente. Según el Ministerio de Economía, al 2025 existen 2.159 cooperativas activas que agrupan a más de 2 millones de personas. Para fortalecerlas, Sercotec destinará más de $1.300 millones este año, con foco en asistencia técnica, capital inicial y apoyo organizacional.
Innovación tecnológica: la apuesta de Corfo
Para abordar la brecha tecnológica, Corfo lanzó en 2024 el Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación (PATI), que busca que más Mipymes incorporen tecnologías de punta en sus procesos. Hasta ahora, 11 proyectos han sido seleccionados, beneficiando directamente a 88 Mipymes.
“Este programa surge como respuesta a una necesidad nacional urgente: transformar el modelo productivo chileno desde sus bases, con inclusión, sostenibilidad y tecnología”, explica Jocelyn Olivari, gerenta de Innovación de Corfo.
En paralelo, el programa Digitaliza tu Pyme, impulsado por el Ministerio de Economía y Corfo, ha acompañado a cerca de 100 mil empresas. Sin embargo, más del 70% aún no ha incorporado herramientas avanzadas como analítica o automatización de inventarios.
Certificación B: propósito como herramienta estratégica
Zdenka Astudillo, directora ejecutiva de Sistema B Chile, plantea que la certificación de Empresa B permite a las Mipymes equilibrar propósito y rentabilidad. “Legalmente, la maximización de utilidades ya no es el único fin. Las empresas B deben considerar a todos sus grupos de interés: trabajadores, clientes, comunidades y el medioambiente”, afirma.
El modelo representa una oportunidad para que más empresas locales se sumen a una economía de triple impacto: social, ambiental y económico.
El desafío: pasar de sobrevivir a crecer
Los participantes de ENAPE 2025 coinciden en que, pese a la existencia de programas públicos, fondos concursables y redes colaborativas, los desafíos estructurales persisten: baja productividad, concentración económica, informalidad y brechas en acceso al financiamiento.
Se requiere más que subsidios puntuales; hace falta una política integral de desarrollo productivo que permita a las Mipymes crecer y no solo sobrevivir. Porque cuando una Mipyme despega, no lo hace sola: se mueve una comunidad entera.
El Maipo