La prohibición del suministro de gas natural licuado (GNL) ruso por parte de las autoridades alemanas perjudica a sus propios consumidores y empresas, destacan los expertos entrevistados por Sputnik. Agregan que el Gobierno de Alemania impide que se reembolse el proyecto que él mismo inició.
El Ministerio de Economía de Alemania prohibió al operador de terminales de GNL, Deutsche Energy Terminal, aceptar suministros de Rusia “hasta nuevo aviso” para “proteger intereses públicos clave”, escribió el Financial Times, citando el aviso del departamento. Esto se produce después de que la compañía anunciara el envío de GNL ruso en la terminal de Brunsbüttel.
“El Gobierno del país puede limitar la aceptación de gas de Rusia en la terminal, pero no está claro a quién perjudicará con esto, excepto a sus propios consumidores, que tendrán que buscar otro lote del GNL, probablemente más caro“, afirma el subdirector del Fondo Nacional de Seguridad Energética, Alexéi Grivach.
El experto de la Universidad Financiera y del Fondo Nacional de Seguridad Energética, Ígor Yushkov, destaca que Alemania compra GNL ruso a través de intermediarios mediante el proceso de regasificación.
Al mismo tiempo, Yushkov se pregunta por qué las autoridades alemanas no dejan que sus empresas utilicen sus propias terminales.
“Resulta que el Gobierno de Alemania impide que se reembolse el proyecto que él mismo inició. Los mismos dirigentes alemanes declararon que necesitan terminales receptoras de GNL y no permiten que se carguen“, concluyó.
En junio, el Consejo de la UE aprobó el decimocuarto paquete de sanciones, limitando en particular la importación de GNL ruso a través de terminales de la UE no conectadas al sistema de transporte de gas. Dos terminales de GNL en Suecia y una en Finlandia no están conectadas a las redes nacionales de distribución de gas de la asociación. También prohibieron nuevas inversiones, suministro de servicios y tecnologías para Artik LNG-2 y Murmansk LNG.
El Maipo/SPUTNIK