Por Victoria H.M.
Cada segundo sábado de octubre se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias, una fecha impulsada por la Convención sobre las Especies Migratorias (CMS) y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres, junto con la Red Global para la Conservación de Aves Migratorias (GMBD).
En 2025, esta celebración cobra especial relevancia, ya que nos recuerda que las aves migratorias son un símbolo vivo de la interconexión de los ecosistemas y un indicador esencial de la salud ambiental del planeta.
Las aves migratorias recorren miles de kilómetros cada año, atravesando fronteras, mares y continentes. Su supervivencia depende no solo de las condiciones en un país, sino de la cooperación internacional para proteger los corredores migratorios.
¿Por qué son importantes las aves migratorias?
Las aves migratorias cumplen funciones ecológicas esenciales: controlan poblaciones de insectos, dispersan semillas, polinizan plantas y contribuyen al equilibrio de los ecosistemas. Además, su presencia es un indicador clave de la salud de los hábitats naturales. Cuando una especie migratoria declina, suele ser señal de problemas ambientales mayores, como la pérdida de hábitats, el cambio climático o la contaminación.
En España y en Europa, especies como la cigüeña blanca, la golondrina común o el avión zapador realizan impresionantes desplazamientos cada año entre sus zonas de cría y de invernada. Estos viajes son auténticos desafíos biológicos, que requieren energía, orientación precisa y la disponibilidad de lugares de descanso y alimentación.
La pérdida de humedales, bosques y zonas de descanso pone en riesgo la supervivencia de muchas especies migratorias. Por ello, el tema 2025 busca impulsar la cooperación internacional y la educación ambiental, resaltando que la conservación efectiva exige acciones coordinadas entre países, comunidades y organizaciones.
El reto del cambio climático
El cambio climático es una amenaza creciente para las aves migratorias. Alteraciones en los patrones climáticos afectan la disponibilidad de alimento, las fechas de migración y la calidad de los hábitats. Sequías, inundaciones o temperaturas extremas pueden reducir las oportunidades de descanso y alimentación durante sus largos viajes.
Frente a este reto, la conservación de rutas migratorias no solo implica proteger espacios concretos, sino garantizar corredores ecológicos amplios y saludables que conecten diferentes regiones del planeta. El Día Mundial de las Aves Migratorias 2025 busca concienciar sobre este reto global y fomentar soluciones innovadoras y colaborativas.
Proteger las aves migratorias exige un compromiso global, que combine legislación, conservación de hábitats, investigación científica y participación ciudadana. Cada observación registrada, cada humedal protegido, cada corredor ecológico conservado representa un paso hacia un futuro donde estas especies puedan seguir cumpliendo su papel vital. En definitiva, este día no solo celebra la belleza y el asombro de las aves migratorias, sino que nos recuerda que su supervivencia es un reflejo de nuestra capacidad de cuidar el planeta.
El Maipo/ECOticias