Los restos hallados en junio en un predio militar cercano a Montevideo son de una detenida-desaparecida de la dictadura (1973-1985), aunque no se pudo comprobar su identidad, confirmó hoy la Fiscalía de Uruguay y el equipo forense en base a un primer resultado de laboratorio.
“Las comparaciones no han arrojado ninguna coincidencia estadísticamente significativa y por lo tanto concluyente en términos de identificación”, dijo la antropóloga Alicia Lusiardo, coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF).
El resultado entregado por el laboratorio del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que la causa de muerte fue “violenta, por acción de terceros, en el contexto de privación de libertad, malos tratos o torturas”, mencionó Lusiardo.
En la conferencia de prensa convocada esta noche por la Fiscalía General de la Nación, la antropóloga señaló que se extrajo de los huesos encontrados “un perfil genético completo” y “ahora necesitamos ampliar la base de referencia de familias”.
Por su parte, el fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, informó que se conformará una mesa de trabajo para avanzar en la identificación junto al GIAF, el EAAF, la Fiscalía, la Institución Nacional de Derechos Humanos y la Organización de Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos.
Los restos óseos fueron encontrados el 6 de junio en el predio del Batallón de Infantería 14, en Toledo, departamento de Canelones (sur), en una zona preservada por orden judicial para la búsqueda de detenidos-desaparecidos.
El hallazgo se dio a unos 100 metros donde se encontraron en 2011 y 2012 los restos de otros dos desaparecidos por la dictadura que habían sido secuestrados por las fuerzas represivas en 1977 y 1978.
Hasta el momento se han encontrado e identificado cinco cuerpos, el primero en 2006 y el último en 2019, de un total de 197 desaparecidos de la dictadura, según datos oficiales.
Fuente: El Maipo/Xinhuanet