Miércoles, Marzo 12, 2025

América Latina busca optimizar el comercio regional del mercurio para contribuir a la salud planetaria

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Por Paco G.Y.

El mercurio es una sustancia química que se utiliza para la extracción de oro. Este metal solamente lo emplean los extractores a pequeña escala, que obtienen el oro de manera artesanal y muchas veces ilegal. La producción rudimentaria perjudica el medio ambiente y afecta a la salud de los seres humanos, produciendo lesiones cerebrales irreversibles o daños a neonatos.

Este metal es altamente contaminante, hasta el punto de que existe la enfermedad de Minamata, que recibe su nombre por las consecuencias que arrojó a más de 70.000 personas en la ciudad japonesa homónima. Esta catástrofe incentivó a 147 países a ratificar el Convenio de Minamata, que entró en vigor en 2017 y comprometió a las naciones firmantes a eliminar progresivamente el uso del mercurio, así como a prohibir terminantemente la apertura de nuevas minas de este metal.

El mercurio no cotiza en bolsa, lo que significa que su precio puede acordarse en cada transacción y es lo que hace que su uso sea tan rentable. En la economía latinoamericana, esta actividad aunque ilegal o informal, permite que miles de personas satisfagan sus necesidades de subsistencia, dado que las circunstancias socioeconómicas no les dan opciones de acceder a una tecnología más costosa o duradera o a otro tipo de trabajos.

Control del comercio de mercurio en América Latina

Hace dos días se lanzó oficialmente en Bogotá la novedosa iniciativa, Acelerar el cumplimiento del Convenio de Minamata a través de una mejor comprensión y control del comercio de mercurio en América Latina, que busca mejorar la forma en la que se aborda el comercio de mercurio en América Latina y fortalecer así la cooperación regional para controlar sus principales flujos.

Con esa iniciativa se espera evitar que aproximadamente 176 toneladas métricas de mercurio ingresen al mercado internacional. “Este tratado global es esencial para proteger la salud humana y el medio ambiente de los efectos nocivos del mercurio”, declaró Jordi Pon, de Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Esta iniciativa representa un paso crucial para apoyar a los países participantes en sus esfuerzos por cumplir con sus obligaciones de cara al Convenio de Minamata, cuyo artículo 3 subraya la necesidad de controlar, regular y reducir progresivamente la oferta y el comercio de mercurio.

El camino hacia una economía más limpia

El proyecto cuenta con una financiación de tres millones de dólares Fondo para el Medio Ambiente Mundial y la cofinanciación de los socios, lo que contribuye significativamente a estos esfuerzos.

“La implementación de este proyecto marca un hito importante en los esfuerzos realizados por la región y por el PNUMA para controlar el comercio de mercurio, reducir su suministro, avanzar hacia una economía más limpia y cumplir con los compromisos asumidos en el marco del Convenio de Minamata”, dijo Pon.

La iniciativa tiene como objetivo:

-reforzar los marcos nacionales y regionales para controlar el comercio de mercurio, reducir su suministro y mitigar su dispersión tanto a escala regional como mundial
-evaluar los mecanismos de vigilancia del comercio existentes en los países objetivo, desarrollar una base de datos y una red exhaustivas, y apoyar la redacción de legislación y procedimientos nacionales para rastrear y regular el comercio de mercurio
-apoyar directamente a los seis países participantes en la redacción o adaptación de instrumentos jurídicos que regulen la importación, exportación y transferencias internas de mercurio, en consonancia con las obligaciones que les impone el artículo 3 del Convenio
-fomentar el consenso nacional para la adopción de estas normativas
-desarrollar estrategias para combatir el comercio ilegal de mercurio dentro y fuera de las fronteras

Riesgos ambientales y de la salud por el uso indebido del mercurio

Una actividad clave será la formación de funcionarios de comercio, aduanas y control de fronteras para garantizar una aplicación coherente de las medidas nacionales y regionales de control del comercio de mercurio. El proyecto implicará activamente a todas las partes interesadas nacionales, incluidos los usuarios finales implicados en la cadena de suministro de mercurio.

Desde 2018, las actividades incontroladas de comercio de mercurio en la región han contribuido significativamente a los riesgos ambientales y sanitarios. Al abordar los flujos comerciales de mercurio y las emisiones y liberaciones resultantes, el proyecto contribuirá a un futuro más seguro y sostenible para la región.

Entre los resultados esperados del proyecto se encuentran la mejora de las capacidades nacionales y regionales para vigilar y controlar el comercio legal e ilegal de mercurio, el refuerzo de los mecanismos de control del comercio y la adopción de una plataforma regional de intercambio de información sobre el comercio de mercurio.

*La iniciativa del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés) cuenta con socios regionales que unen fuerzas con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Centro Regional del Convenio de Basilea y el Centro Regional del Convenio de Estocolmo para América Latina y el Caribe (BCCC-SCRC) en Uruguay.

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