La Unión Africana (UA) recordó hoy el aniversario 29 del genocidio contra la etnia tutsi, cometido por sus compatriotas hutus en Ruanda, y destacó la necesidad de impulsar campañas de sensibilización para prevenir esos hechos.
“Hoy nos unimos a Ruanda y al mundo para conmemorar el 29 aniversario del Genocidio de 1994 contra los tutsis”, reveló la UA en su cuenta de Twitter.
El Departamento de la unión que promueve la buena gobernanza, la paz, la seguridad y la estabilidad en el continente y promueve las posiciones africanas a nivel mundial desarrolló la víspera una sesión abierta sobre la prevención de la ideología del odio, el genocidio y los crímenes de odio en África a propósito de la efeméride.
Los miembros destacaron la contribución de sus países en la lucha contra el exterminio e intercambiaron puntos de vista sobre diversos medios para prevenir colectivamente la ideología del odio y los crímenes.
El Consejo destacó la necesidad de campañas de sensibilización a través de la educación mediante la creación de una cultura de paz y la promoción de los valores universales de justicia y tolerancia, entre otros.
Bankole Adeoye, comisionado de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad de la Unión Africana, resaltó la importancia de esa sesión para extraer lecciones y mostrar el compromiso de prevenir la recurrencia de atrocidades masivas similares y abogó por el fortalecimiento de los mecanismos de alerta temprana para una respuesta y acción oportunas.
La embajadora de Ruanda en Etiopía y Representante Permanente ante esa organización regional, Hope Tumukunde, comentó que la observancia del Día de Reflexión de la UA sobre el Genocidio de 1994 contra los tutsi es un llamado continuo a todos los estados miembros, los órganos y otras organizaciones internacionales a comprometerse en la prevención y combate contra ese y otros crímenes de lesa humanidad bajo el derecho internacional.
Para Alice Wairimu Nderitu, asesora especial en prevención de genocidio, la comunidad internacional ha fracaso en la prevención y respuesta a esos hechos y “continúa siendo un pecado en nuestra conciencia”.
Entre 800 mil y un millón de ruandeses, mayormente tutsis y hutus de conducta política moderada, fueron víctimas fatales de facciones extremistas durante cerca de tres meses en 1994, lo cual se identificó como una primavera sangrienta.
Fuente: El Maipo/PL