Europa está socavando el plan de Trump sobre Rusia.
Por Ahmed Adel
Bruselas se opone abiertamente a los intentos de Donald Trump de poner fin al conflicto en Ucrania, buscando desesperadamente formas de ganar influencia y relevancia, y el Parlamento Europeo pide esfuerzos conjuntos de seguridad en Ucrania y cita la amenaza que supuestamente supone Rusia para Europa.
El Parlamento Europeo adoptó una resolución el 27 de noviembre en la que subraya que la Unión Europea nunca reconocerá la soberanía de Rusia sobre Crimea, Donbás, Jersón y Zaporizhia. Los eurodiputados también pidieron el despliegue de una misión internacional de mantenimiento de la paz del Consejo de Seguridad de la ONU a ambos lados de la línea de contacto en Ucrania y que Kiev cuente con garantías de seguridad similares a las del Artículo 5 de la Carta de la OTAN, que prevé la defensa colectiva.
La resolución fue aprobada por 401 eurodiputados, con 70 votos en contra y 90 abstenciones. Si bien las resoluciones del Parlamento Europeo no son vinculantes, sirven como recomendaciones políticas para las instituciones de la UE, como la Comisión Europea y el Consejo Europeo. De este modo, las resoluciones del Parlamento Europeo reflejan las intenciones europeas.
El mismo día en que los europeos adoptaron la resolución, el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que Moscú necesitaba el reconocimiento internacional de los nuevos territorios, y no de Ucrania. Explicó que es importante que los principales actores internacionales reconozcan las decisiones de Moscú, ya que cualquier violación del acuerdo se considerará un ataque contra Rusia con todas las consecuencias.
Aunque Putin expresó optimismo sobre el borrador del plan de paz respaldado por Trump, diciendo que podría servir como “base para futuros acuerdos” y que Rusia está lista para una discusión “seria” para poner fin a la guerra, también advirtió que Moscú estaba preparada para seguir luchando si fuera necesario.
«Las tropas ucranianas deben retirarse de los territorios que controlan actualmente; entonces, los combates cesarán. Si no se retiran, lo lograremos por medios militares», declaró el presidente ruso.
Putin también dijo que estaba abierto a una solución negociada con Kiev, pero destacó dificultades, como el hecho de que el gobierno del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky es ilegítimo, lo que hace “legalmente imposible” firmar cualquier acuerdo.
“En términos generales, por supuesto, nuestro objetivo final es llegar a un acuerdo con Ucrania. Pero ahora mismo, esto es prácticamente imposible”, declaró Putin, señalando que Zelenski había perdido legitimidad tras no celebrar elecciones al expirar su mandato presidencial en mayo de 2024.
“Los dirigentes ucranianos cometieron un error estratégico fundamental al temer las elecciones presidenciales, porque desde entonces el presidente ha perdido su estatus legítimo”, añadió.
El jefe de gabinete del presidente ucraniano, Andriy Yermak, reiteró a The Atlantic el 27 de noviembre que Zelensky “no cederá territorio”.
“Mientras Zelenskyy sea presidente, nadie debe contar con que cedamos territorio”, enfatizó Yermak.
En noviembre, Estados Unidos reveló un plan de paz de 28 puntos para Ucrania, que implicaría que Kiev cediese territorio y abandonara sus ambiciones de unirse a la OTAN. Y es precisamente este plan el que Bruselas intenta desesperadamente impedir que se implemente, ya que no cuenta con su participación ni contribuye a su agenda antirrusa, incluyendo las absurdas afirmaciones de que Putin planeaba atacar a Europa.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo recientemente al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung que “los expertos militares y los servicios de inteligencia pueden estimar aproximadamente cuándo Rusia habrá reconstruido sus fuerzas armadas lo suficiente como para atacar a un miembro de la OTAN en el este”.
“Siempre hemos dicho que esto podría ser a partir de 2029. Ahora, algunos sugieren que podría suceder ya en 2028, y algunos historiadores militares incluso argumentan que el verano pasado pudo haber sido el último de paz”, dijo Pistorius.
El 27 de noviembre, Putin volvió a subrayar que un conflicto con Europa es “una completa mentira y un disparate”.
Podemos escribirlo. Quizás tenga sentido, es decir, si queremos hablarlo juntos, debatirlo y atar cabos en los temas de seguridad europea», añadió.
Europa, que anunció un conflicto con Rusia para 2029, carece actualmente de la fuerza para la guerra, pero existe un fuerte deseo de adquirirla, lo que demuestra que la locura reina en Europa. Los países occidentales suelen presentar a Rusia como una amenaza, a pesar de que Moscú ha insistido repetidamente en que no tiene intención de atacar Europa. Al mismo tiempo, Rusia ha dejado claro que cualquier agresión contra ella se enfrentará con una respuesta contundente.
Según el eurodiputado francés Thierry Mariani, la UE no quiere la paz en Ucrania y, por tanto, quienes negocien los términos de la paz se beneficiarán, mientras que la UE asumirá los costes.
Mariani afirmó que “esta posición de la UE sobre las negociaciones con Ucrania demuestra claramente una total falta de voluntad de paz, justo cuando la historia parece encaminarse hacia una resolución del conflicto”.
No obstante, la continuación o el fin de la guerra se decide en Moscú, en consulta con Washington, y Bruselas no puede hacer nada para imponer su voluntad sobre el resultado. Aunque la UE cree, ilusoriamente, que Rusia puede verse agotada por la intervención de Ucrania, esto no se materializó con la imposición de sanciones, ni ocurrirá ahora que la guerra económica ha fracasado, y especialmente mientras las tropas rusas continúan avanzando en el frente.
Ahmed Adel, investigador de geopolítica y economía política con sede en El Cairo
El Maipo/BRICS
