El acercamiento de Rusia y Brasil a China, especialmente respecto a la divisa del gigante asiático, son muestra del poder que está tomando el yuan en el mundo, afirmó el analista político mexicano Alfredo Jalife-Rahme.
En los últimos tiempos, el presidente ruso Vladimir Putin apoyó el uso del yuan en transacciones con naciones asiáticas, africanas y latinoamericanas. Junto a esta postura, los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva y Xi Jinping acordaron el 29 de marzo comercializar con sus propias divisas y no con el dólar.
“Hay datos duros ya: ya se está dando la yuanización. China, en sus tratativas con Arabia Saudita, ya las hacen en yuanes; ya no es en dólares. Ya se está desdolarizando el mundo. India, en sus acuerdos con Rusia, usan la rupia y el rublo y no el dólar”, comentó el internacionalista en entrevista con Sputnik.
De acuerdo con Jalife-Rahme, América Latina ya tiene mayores posibilidades de aceptar el yuan como moneda para comerciar. “Es un escenario posible económicamente y ya empezó”.
Con él coincidió el profesor de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) mexicana Juan Carlos Cruz Tapia, quien aseveró que la presencia china en países de América Latina es cada vez más fuerte.
“La dependencia global es cada vez más amplia; las relaciones comerciales han crecido mucho en las últimas dos décadas en comparación de lo que hemos visto en el siglo pasado. Esto ha hecho que China se convierta en un socio clave no nada más para Brasil, sino para la región de Latinoamérica en general”, apuntó.
En una charla para Sputnik, la subdirectora de análisis económico de la empresa Monex, Janneth Quiroz, enfocada en cambio de divisas, opina que el reciente acuerdo entre Brasil y China para comerciar con sus respectivas monedas muestra la fuerte integración de ambas naciones y que los beneficios versarán en torno al abaratamiento de los costos.
“El hecho de no comprar previamente, en el caso del país importador, dólares, y en el caso de la de la nación exportadora, igual. Yo creo que abarata también el costo, al final, de los bienes comercializados para ambas partes”, reflexionó.
En este tenor, Cruz Tapia indicó que este pacto da cabida a una mejor dinámica de capitales en la región.
“Aquí lo verdaderamente importante es que, al haber un intercambio directo de divisas, se permite la parte de inversiones, transacciones y financiamiento más eficiente. A partir del sistema de pagos interbancarios transfronterizo, que es un sistema que creó China por ahí del 2015, precisamente en un esfuerzo de la nación para hacer un sistema de liquidación más eficiente que tuviera precisamente al yuan como como moneda base. Ciertamente [hacer tratos utilizando la divisa china] es un canal adicional que puede ayudar mucho al comercio, aunque no hará que el dólar ya no sea partícipe de eso, sino que es una especie de mecanismo adicional”, dijo.
A pesar de este panorama, Quiroz considera que, aunque el yuan está posicionándose algunas naciones podrían no adoptarlo de la misma manera que el dólar debido a sus relaciones comerciales con EEUU.
“El yuan ha ido ganando terreno sobre todo con los con los socios comerciales de China, pero no todos [los países actúan igual]. Por ejemplo, con la con la Unión Europea no es así”, ponderó.
Por otro lado, Jalife-Rahme resaltó que uno de los retos que podría enfrentar el yuan está dentro del bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), que buscaba una divisa en común. “Pero hay un problema ahí: Brasil quiere su real e India quiere su rupia. No creo que acepten tan fácilmente que el yuan sea preponderante”, señaló.
Los beneficios son para más países
Además de las ventajas para el yuan, hay una puerta que se está abriendo en el mercado para el resto de divisas del mundo, señala el presidente de Dezan Shira & Associates, Chris Devonshire-Ellis, con 30 años de carrera en inversiones y negocios en China, Rusia y Asia.
“Hay ventajas obvias en usar no solo el yuan, sino también las monedas de otros países, especialmente después del acuerdo firmado entre Brasil y China, cuyo comercio tiene un valor de alrededor de 163.000 millones de dólares al año, por lo que es bastante significativo. Ahora, las ventajas de usar el renminbi y el real, en este caso, es que esas transacciones solo son entre China y Brasil, y no hay necesidad de dolarizarlas”, indicó a este medio.
Sumado a lo anterior, el profesor de la EBC aseguró que cualquier país con relaciones diplomáticas con el Gobierno chino tiene posibilidad de entablar comercios de esa manera.
“Cualquier economía que tenga un comercio con China podría utilizar este canal de liquidaciones o de comercio en términos de pagos. Aquí lo verdaderamente importante es que dentro de las economías que quieran acceder a este tipo de servicio, digamos que teniendo una conexión directa con el yuan, las divisas deben contar con la liquidez suficiente para poder generar precios de mercado entre ellas”, concluye el también maestro en ingeniería económica y financiera.
Por Angélica Ferrer y Daniela Díaz desde México.
Fuente: SPUTNIK