(París) Autoridades francesas liberaron hoy al petrolero “Boracay”, después de señalarlo como integrante de la llamada “Flota fantasma rusa”, intercepción que devino en nuevo capítulo del pulso París-Moscú con la guerra en Ucrania como trasfondo.
Desde hace unos días la embarcación de 244 metros de eslora y pabellón de Benín acapara la atención mediática, tras ser abordada el 27 de septiembre por militares cerca de la costa atlántica francesa e inmovilizada a lo largo de la localidad de Saint-Nazare.
El argumento para interceptar la nave petrolera en alegada ruta hacia la India fue “las incoherencias en cuanto a su nacionalidad y la ausencia de pabellón”, lo cual motivó la actuación de comandos con apoyo de medios marítimos y aéreos.
Sin embargo, el «Boracay» es según Francia parte de la numerosa “flota fantasma” –lo identifican como el “Pushpa”- con la que Rusia burla las sanciones occidentales a sus hidrocarburos y también sospechoso de vinculación con el sobrevuelo de drones en aeropuertos y bases militares de Dinamarca.
Al menos dos miembros de la tripulación, el comandante y el segundo a bordo, ambos de nacionalidad china, estuvieron detenidos por negarse a detener la embarcación y serían juzgados en febrero.
La víspera el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó de “piratería” la intercepción del petrolero, al precisar que el hecho ocurrió en aguas neutrales y sin razones para hacerlo.
El jefe del Kremlin agregó que el motivo debió ser la búsqueda de material bélico o drones, pero que no encontraron nada.
Igualmente atribuyó la actuación francesa a un intento de desviar la atención por la grave situación política interna y aseguró que no conoce si el “Boracay” está vinculado o no con su país.
Francia y Rusia tienen una relación cada vez más tensa en el contexto del conflicto en Ucrania, que Macron tilda de agresión con pretensiones territoriales e imperiales, mientras Putin insiste en que se trata de una operación militar especial frente a la amenaza de la OTAN de expansión hacia las fronteras de la Federación.
Los momentos de confrontación han abundado, pese a las múltiples ocasiones en las que los líderes dialogaron, entre ellos el anuncio encabezado por París de enviar tropas como garantes de la seguridad de Ucrania, si se firmara la paz, despliegue al que Moscú se opone de manera ferviente. En los últimos días las tensiones escalaron, tras la acusación de sobrevuelo por Rusia con aviones y drones del espacio aéreo de Polonia, Rumanía, Estonia y Dinamarca.
Macron evocó esta semana durante un foro en Copenhague la posibilidad de derribar esos aparatos, una acción que la potencia euroasiática considera un peligroso acto de hostilidad.
En la capital danesa, el presidente galo estimó además que está en curso una confrontación Europa-Rusia y llamó a responder sin debilidades y a estrechar el cerco contra la llamada “Flota fantasma”.
El Maipo/PL