La Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó este lunes la última ronda de negociaciones para lograr el ansiado objetivo de pactar un tratado internacional que proteja los océanos.
Dichas negociaciones se alargarán hasta el 3 de marzo, fecha en la que se espera anunciar al mundo la consecución de este tratado tan importante para garantizar la buena salud de nuestro planeta. El objetivo principal es garantizar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en aquellas zonas que se encuentran fuera de las jurisdicciones nacionales.
Del 15 al 26 de agosto del año pasado, tuvieron lugar en Nueva York las penúltimas negociaciones para conseguir un tratado fuerte y ambicioso que proteja el 30% de los océanos antes del año 2030 (el conocido como objetivo 30×30). Únicamente, el 1% de la llamada comúnmente «alta mar» está protegida.
Los 50 países congregados en aquellas negociaciones de la famosa ciudad estadounidense no llegaron a un acuerdo para conservar el 30% de la tierra y los mares de nuestro planeta para el año 2030. Sin embargo, sí que lograron un importante progreso. Se trata de la creación de santuarios marinos protegidos, manteniendo la esperanza de pactar de una vez por todas este importante tratado internacional que proteja los océanos de la Tierra.
Rena Lee, presidenta de la conferencia, destaca la importancia de dicho progreso:
Conseguimos un progreso importante en agosto del año pasado, pero necesitábamos algo de tiempo adicional para completarlo.
Rena Lee
También añade la necesidad de unir energías para redactar el tratado:
Necesitamos construir sobre el progreso realizado en agosto y concentrar nuestras energías en encontrar un texto que sirva de puente entre nosotros. Si continuamos comprometiéndonos a ser flexibles para ser creativos, lo lograremos.
Rena Lee
¿Por qué son importantes los océanos?
Los océanos son grandes masas de agua salada que ocupan más del 70% de la superficie de la Tierra, albergando el 97% del agua que existe en nuestro planeta. En la Tierra hay cinco océanos que ocupan toda la extensión del planeta: Pacífico, Atlántico, Índico, Ártico y Antártico.
Los cinco océanos de nuestro planeta albergan millones de especies animales y vegetales que se ven amenazadas por la terrible contaminación marina que llevan sufriendo durante décadas. Los seres humanos hemos convertido estos ecosistemas acuáticos en auténticos vertederos, provocando de esta manera la contaminación de los océanos.
Hasta la década de los años 70, los seres humanos teníamos la creencia popular de que, debido a las grandes cantidades de agua que podemos encontrar en los océanos, tenían la capacidad de poder diluir todos los contaminantes que vertimos al mar sin que hubiera consecuencias para estos medios acuáticos, con la esperanza de que desaparecieran en el fondo de estas grandes masas de agua.
El Objetivo 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos en el año 2015 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), decreta lo siguiente respecto a los océanos:
“Objetivo 14: conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos”
Tratado fuerte
Entre asuntos que se van a tratar durante estas dos semanas de la última ronda de negociaciones para pactar un tratado internacional que proteja los océanos son, destacan los siguientes:
-Creación de nuevas zonas marinas protegidas.
-Evitar daños derivados de actividades humanas que afecten a los océanos.
-Normas para la toma de decisiones que eviten que uno o dos países bloqueen los avances.
Greenpeace, la organización ecologista internacional sin ánimo de lucro, destacó en un comunicado la necesidad de conseguir un tratado sólido:
Un tratado fuerte debe ser capaz de establecer santuarios oceánicos totalmente protegidos en alta mar, libres de actividades como la pesca destructiva y la minería en aguas profundas.
Greenpeace
Y añaden lo siguiente:
La falta de acuerdo en un Tratado pondrá en peligro el objetivo 30×30 solo unos meses después de que se tomara el acuerdo. En las últimas negociaciones se lograron avances en los santuarios oceánicos, lo que da esperanza de que un Tratado esté al alcance de la mano.
Greenpeace
¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación de los océanos?
Las consecuencias de la contaminación de los océanos son diversas y numerosas. Las malas prácticas que provocan un mayor impacto en los océanos son:
Pérdida de biodiversidad marina: Es la principal consecuencia de la contaminación marina. Las especies que habitan en los fondos marinos se están extinguiendo más rápido que las especies terrestres por culpa de la contaminación marina, que está eliminando o modificando los hábitats naturales en los que viven.
Acidificación de los océanos: Las industrias no solo generan grandes cantidades de residuos, sino que también ocasionan muchas emisiones de gases de efecto invernadero. El CO2 se disuelve en el agua de los océanos, provocando una disminución del pH del agua y por tanto una acidificación de la misma.
Aumento de la temperatura y disminución del oxígeno: De esta manera, se produce una alteración la proliferación de determinadas especies que habitan en mares y océanos. Al incrementarse la temperatura del agua, disminuye se oxígeno. Un ejemplo muy claro de esto es la muerte de los arrecifes de coral, eliminando así el hábitat de muchas especies marinas.
Cambios fisiológicos y muerte de organismos acuáticos: Cuando las aguas residuales llegan a las aguas marinas, llegan contaminadas por productos químicos y nocivos, provocando un impacto muy negativo para los mares y océanos.
Escasez de agua potable: La ONU ha reiterado en varias ocasiones que miles de millones de las personas que habitan el planeta no tienen acceso a agua potable ni a un adecuado saneamiento de la misma, sobre todo en zonas rurales.
Eutrofización de las aguas: Las algas y bacterias crecen sin ningún tipo de control, consumiendo el oxigeno del agua e impidiendo el paso de la luz solar. Numerosas especies ven amenazada su supervivencia por culpa de este fenómeno.
Grandes cantidades de plástico acumuladas en la superficie marina: Prueba de ello es el llamado «mar de plástico» que se formó en el océano Pacífico entre Hawái y California. Su extensión era más grande que numerosos países europeos, entre ellos España.
Fuentes: Redacción Ambientum, EFE VERDE, ONU