El pasado 1 de enero de 2025 la Unión Europea dio un paso significativo hacia un futuro más saludable y sostenible. A partir de dicha fecha, queda prohibido el uso de amalgamas dentales con mercurio. Esta medida, incluida en una revisión más amplia del Reglamento sobre el Mercurio, busca reducir drásticamente la contaminación por este metal pesado y proteger tanto a la salud humana como al medio ambiente.
El mercurio, un elemento altamente tóxico, ha sido utilizado durante décadas en la odontología debido a su capacidad para crear empastes resistentes. Sin embargo, su exposición a largo plazo puede causar graves daños a órganos vitales como el cerebro, los riñones y el sistema nervioso.
La prohibición de las amalgamas dentales es el resultado de años de investigación y debate, y se enmarca dentro del compromiso de la UE de cumplir con los acuerdos internacionales sobre el control de la contaminación por mercurio, como el Convenio de Minamata.
Excepciones
Aunque la prohibición entrará en vigor a partir del 1 de enero, se han establecido excepciones temporales para aquellos casos en los que el dentista considere estrictamente necesario el uso de amalgama dental para garantizar la salud del paciente. Sin embargo, estas excepciones estarán sujetas a revisión en los próximos años.
Además de la prohibición de las amalgamas dentales, el nuevo reglamento también incluye medidas para restringir el uso de mercurio en otras aplicaciones, como las lámparas fluorescentes. A partir de finales de 2025, se sustituirán gradualmente estas lámparas por alternativas más eficientes y ecológicas, como los LED.
La entrada en vigor de esta normativa representa un hito importante en la lucha contra la contaminación por mercurio y demuestra el compromiso de la UE con la protección de la salud humana y el medio ambiente. Sin embargo, es fundamental que los Estados miembros implementen de manera efectiva esta nueva legislación y que la industria dental desarrolle alternativas seguras y eficaces a las amalgamas dentales.
El Maipo/Ambientum