Distintas regiones del mundo están sufriendo repetidas olas de calor tan extremas que están muy por encima de lo que cualquier modelo de calentamiento global puede predecir o explicar, publicó una revista especializada.
Un nuevo estudio realizado por científicos del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Escuela de Clima de Columbia, Estados Unidos, proporcionó el primer mapa mundial de dichas regiones, que aparecen en todos los continentes, excepto la Antártida, como manchas gigantes.
En los últimos años, estas olas de calor han matado a decenas de miles de personas, marchitado cultivos y bosques, y provocado incendios forestales devastadores.
La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó las olas de calor de los últimos 65 años e identificó áreas en las que el calor extremo se está acelerando considerablemente más rápido que las temperaturas más moderadas.
Estas olas de calor extremas han estado golpeando predominantemente en los últimos cinco años, aunque algunas ocurrieron a principios de la década de 2000 o antes.
Las regiones más afectadas incluyen la populosa China central, Japón, Corea, la península Arábiga, el este de Australia y partes dispersas de África.
Otros lugares incluyen los territorios del noroeste de Canadá y sus islas del Alto Ártico, el norte de Groenlandia, el extremo sur de Sudamérica y algunas zonas dispersas de Siberia.
Según el informe, la señal más intensa y constante proviene del noroeste de Europa, donde las secuencias de olas de calor contribuyeron a unas 60 mil muertes en 2022 y 47 mil decesos en 2023, los cuales ocurrieron en Alemania, Francia, el Reino Unido, los Países Bajos y otras naciones.
Los brotes han continuado, como sucedió en el pasado mes de septiembre, cuando se establecieron nuevos récords de temperatura máxima en Austria, Francia, Hungría, Eslovenia, Noruega y Suecia.
Los investigadores denominan a estas tendencias estadísticas «ensanchamiento de la cola», es decir, la ocurrencia anómala de temperaturas en el extremo superior, o más allá, de lo que cabría esperar con simples cambios ascendentes en las temperaturas medias de verano.
De acuerdo con los expertos, el aumento de las temperaturas generales hace que las olas de calor sean más probables en muchos casos, pero las causas de los brotes de calor extremo no están del todo claras.
El Maipo/PL