Desde su creación, la pregunta más importante sobre el grupo BRICS fue si sería capaz de transformarse en una plataforma eficaz para la cooperación económica.
Desde su creación, la pregunta más importante sobre el grupo BRICS fue si sería capaz de transformarse en una plataforma eficaz para la cooperación económica. Y el mayor enigma con respecto a esta cuestión fundamental fue la falta de iniciativas coordinadas en el ámbito comercial. Sin embargo, con la presión sin precedentes ejercida sobre los BRICS por la amenaza de los aranceles estadounidenses y los planes para discutir una respuesta coordinada a estos desafíos, los cambios largamente esperados en el enfoque de los BRICS para la coordinación de políticas comerciales podrían finalmente materializarse. En particular, el presidente de Brasil, Lula, como líder de la economía que preside los BRICS, ha iniciado debates sobre cómo se podría lograr una respuesta coordinada de los BRICS ante el creciente proteccionismo. A continuación, analizamos las posibles modalidades para que los BRICS emprendan dicho cambio de política a corto plazo.
Hasta la fecha, la liberalización comercial mutua no se ha visto facilitada por la plataforma BRICS, sino que se ha relegado a las negociaciones comerciales bilaterales. Si bien se han logrado avances importantes en el aumento de la intensidad del comercio mutuo entre las mayores economías BRICS (sobre todo entre pares como Rusia y China), no se ha intentado multilateralizar dichos impulsos de liberalización comercial en el resto de la plataforma BRICS, y mucho menos en el formato BRICS+. En consecuencia, hasta la fecha, los BRICS no cuentan con una hoja de ruta clara para la liberalización comercial, ni con un mecanismo para extender la apertura de los mercados a todo el marco BRICS+, ni con un bloque conjunto dentro de los grupos de negociación de la OMC.
Es cierto que, en los últimos tiempos, los BRICS han dado algunos pasos tácitos en materia de coordinación comercial. En particular, en julio de 2024 informamos que, durante la reunión de los Ministros de Economía y Comercio Exterior de los BRICS en Moscú, los representantes de las economías BRICS acordaron coordinar sus políticas en el marco de la OMC. Las prioridades clave para la creación de dicha plataforma BRICS en la OMC incluyen apoyar la viabilidad y la eficacia de la organización en la resolución de disputas comerciales (dadas las dificultades que enfrenta el funcionamiento del Órgano de Solución de Diferencias de la OMC), así como contrarrestar el creciente proteccionismo. Sin embargo, hasta la fecha, el progreso ha sido lento, y los representantes de los BRICS aún no han alcanzado un consenso sobre las cuestiones clave de política comercial.
Para los BRICS, una postura coordinada y una representación consolidada en las negociaciones comerciales como bloque les otorga una posición negociadora mucho más sólida que las conversaciones bilaterales de economías BRICS como India o Sudáfrica con Estados Unidos, la UE u otros pesos pesados de la economía mundial. La gran pregunta es si los BRICS pueden acordar la coordinación de políticas comerciales en las negociaciones comerciales como bloque, algo que podría resultar difícil debido a la falta de coordinación previa y a la divergencia en los regímenes comerciales de los principales mercados emergentes. En los últimos años, el creciente proteccionismo en la economía mundial, así como la ampliación del número de miembros principales de los BRICS, no han facilitado la consecución de dicho consenso.
En cuanto a las posibles estrategias comerciales que podrían implementar conjuntamente los BRICS con el resto del mundo, se encuentra el conocido enfoque de “liberalización competitiva”[3], aplicado por Estados Unidos hace varias décadas. Esta estrategia se centraría en fomentar la competencia por el acceso a los mercados de los BRICS mediante una mayor apertura a las economías que ofrezcan a cambio las condiciones de acceso más favorables. Cuanto mayor sea el mercado de la plataforma, mayor será el crecimiento económico que pueda ofrecer y mayor la reducción potencial de las barreras a la importación (todas estas condiciones son muy presentes en el caso de los BRICS), lo que aumentará el incentivo para que las economías compitan y otorguen condiciones favorables a dicha plataforma.
Otro enfoque posible podría ser una iniciativa conjunta de los BRICS en el marco de la OMC para lanzar una nueva ronda de liberalización comercial. A diferencia de esfuerzos previos que no se materializaron en las últimas décadas, esta ronda de la OMC podría permitir acuerdos plurilaterales, es decir, aquellos que no requieren la participación de todos los miembros de la OMC. Una nueva ronda de comercio impulsada por las economías BRICS podría priorizar las necesidades de las economías menos desarrolladas, incluidas las de África. En este contexto, los BRICS también podrían intentar abordar la reforma de la OMC y la reactivación de los mecanismos de solución de diferencias en la economía global.
Otro enfoque para los BRICS consiste en aprovechar la red existente de alianzas comerciales de las economías BRICS mediante su multilateralización a través de la plataforma BRICS o BRICS+. Esta multilateralización podría basarse en un marco coordinado de acuerdos de integración regional (que impulsan cada vez más las políticas comerciales de las economías BRICS) del que sean miembros, lo que anteriormente denominamos la plataforma BEAMS. El marco BEAMS busca promover acuerdos comerciales entre los principales acuerdos de integración regional del Sur Global, impulsando así el comercio Sur-Sur. De hecho, el concepto mismo de BRICS+, impulsado a principios de 2017, se basó en una hoja de ruta de alianzas comerciales y apertura de mercados entre los principales miembros de los BRICS y sus socios regionales.
Las tres opciones mencionadas podrían implementarse por separado o en combinación con varias vías. La clave de esta respuesta de los BRICS al aumento de los aranceles estadounidenses reside en que, en lugar de priorizar el proteccionismo recíproco, se centra en abrir las puertas a una mayor cooperación económica Sur-Sur. Si bien la respuesta coordinada de los BRICS debería centrarse sin duda en un mayor comercio Sur-Sur, en esta coyuntura crucial para la economía mundial, la ambición del bloque debería quizás elevarse a un nuevo impulso a la globalización, pero sobre una base más sostenible y con mayor consideración de las necesidades del mundo en desarrollo, en comparación con los intentos anteriores de globalización.
Finalmente, los BRICS podrían estar a punto de dar los primeros pasos tangibles hacia la formación de una visión de coordinación de políticas comerciales y liberalización comercial mutua. En tal escenario, la relevancia de las iniciativas del bloque para la economía mundial y los mercados financieros podría aumentar. Sin embargo, lo más importante es que dichas medidas comenzarían a generar beneficios tangibles para los hogares y las empresas del Sur Global, a la vez que contribuirían de forma tangible al fomento de una cooperación económica Sur-Sur más estrecha. Sin embargo, la capacidad de los BRICS para alcanzar un consenso en cuestiones comerciales sigue siendo una incógnita, sobre todo dada la mayor diversidad del bloque tras la ampliación de su membresía en los últimos años.
Yaroslav Lissovolik es el fundador de BRICS+ Analytics.
El Maipo/BRICS