Resulta difícil creer que quien ha presidido el Senado de Chile esté desinformado o sea ignorante de los cotidianos crímenes de lesa humanidad que se cometen en la Franja de Gaza. El senador Jaime Quintana, presidente del Partido por la Democracia (PPD), parlamentario de larga trayectoria que incluye su paso por la Cámara de Diputadas y Diputados, que ha integrado las comisiones de Relaciones Exteriores de ambas instancias del Congreso, no cree que la guerra de exterminio que lleva adelante el ejército de Israel tenga los componentes básicos de un genocidio, tal como lo han calificado organismos internacionales de derechos humanos. Quintana explicitó sus posiciones contra Palestina, sabiendo que no es la política oficial del Estado chileno, sino además desde el país que concentra la mayor comunidad palestina en occidente.
“Lo que hay en Gaza hoy en día es una masacre, por supuesto, yo creo que no califica como genocidio”, dijo el senador, para enseguida agregar que «los genocidios tienen otras características: es el intento de erradicar un pueblo. Acá se está luchando con terroristas». La actual ofensiva militar israelí partió luego del ataque a comunidades judías en octubre de 2023, por parte de Hamas, una facción fundamentalista que ha gobernado la Franja de Gaza. Pero las fuerzas israelitas desde entonces han matado a más de 51.000 palestinos, y más de 1.800 desde el fin del alto al fuego de marzo pasado. Según difundió la agencia EFE, Zaher al Wehedi, del Ministerio de Salud del gobierno palestino, estima que aún hay 31.000 cadáveres en lugares inaccesibles como escombros, así como más de 4.100 denuncias de desaparecidos por parte de familiares. La suma de las personas asesinadas llegaría a 85.000, superando con creces cualquier estimación acerca de la cantidad de militantes/combatientes que podría tener Hamas. La lucha no es contra terroristas, como afirma Quintana, sino contra el pueblo palestino.
La controversia generada por el presidente del PPD, si bien fue opacada por una “agenda de polémicas” más ruidosa del gusto de los medios, tuvo impacto, ya que el parlamentario lidera la colectividad que propone como candidata presidencial a Carolina Tohá, exministra del Interior, la mejor aspectada en las encuestas de opinión. «Lamentablemente, hay muchos inocentes muertos, mujeres también, y los principales responsables de cuidar a esos niños son sus propios padres, que los usan muchas veces como escudos humanos», agregó Quintana a sus dichos que niegan el genocidio. De esas palabras, voceros de un amplio espectro tomaron distancia o las repudiaron. Y no es para menos.
Según la Organización de Naciones Unidas, “a casi 18 meses del inicio de la guerra, los niños muertos rebasarían los 15.000 y los heridos los 34.000, y más de un millón de menores de edad han sido obligados a desplazarse repetidamente, por lo que sobreviven en condiciones terribles y carecen de todo servicio básico”. De acuerdo a los últimos informes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), el 91% de la población en Gaza vive una situación de inseguridad alimentaria grave y al menos 345.000 personas se encuentran en la fase 5, que supone la inanición total, indicó la agencia palestina Wafa. La OCHA añadió que 3.600 niños reciben actualmente tratamiento por desnutrición, un 80% más que en marzo. La Red de ONGs palestinas advierte del “desastre humanitario sin precedentes” que supone esta fase de hambruna completa agudizada desde el 2 de marzo, cuando fue bloqueado el ingreso de ayuda humanitaria y alimentos a los territorios palestinos.
En su insistencia de traspasar la responsabilidad a los padres sobre los crímenes de niñas y niños que han muerto por los bombardeos indiscriminados del ejército de Benjamín Netanyahu, Quintana sostuvo que «este es un conflicto de larga data, un conflicto milenario, un conflicto de componentes religiosos, ¿quién puede dudar de eso? Y de que hay escudos humanos, pero por favor… Si esto está escrito desde la guerra de Gaddafi. Ya Gaddafi ocupaba a los niños con las llaves que se iban al cielo y 300.000 niños que los echaban adelante en la guerra para que fueran los que hicieran detonar las bombas y después iba el ejército». La verdad es que se equivoca al situar el conflicto como milenario, ya que el despojo de territorios palestinos y la creciente ocupación y desplazamiento de población, así como la resistencia palestina, data de ocho décadas, luego del fin de la Segunda Guerra Mundial. Muhamar el Gaddafi tampoco inventó los “escudos humanos”, aunque su uso es tan condenable como cualquier otro crimen de lesa humanidad. Como también lo hicieron las tropas hitlerianas que reclutaron a niños para la defensa final de Berlín.
Si ya fueron graves las apreciaciones del presidente del PPD y su negacionismo sobre los crímenes de lesa humanidad y el genocidio, fue un poco más lejos al acusar al gobierno de fomentar el “antisemitismo”, el equivalente a decir que la administración actual -de la cual forma parte el partido que dirige- es racista. Tal como el discurso ultraderechista, busca confundir al aparejarlo al sionismo, que es una ideología ultraconservadora, hoy hegemónica en el gobierno del Estado de Israel. Sus posiciones incomodaron a su propio partido, por cierto a la candidata presidencial de ese sector de Socialismo Democrático, e incluso al propio canciller, de ascendencia judía e independiente cercano al PPD.
Carolina Tohá, que hasta marzo fue ministra de Interior, fue emplazada por la comunidad palestina a aclarar su postura ante los graves dichos del presidente de su partido: “No necesito desmarcarme, mi opinión la he dado antes y la sostengo. Yo reconozco y condeno la acción que ha habido por el Estado de Israel y el genocidio en Gaza. Esa opinión la sostengo y también la respalda el Partido por la Democracia. Yo creo que el partido ha sido claro en decir que es su opinión personal y que no la comparten”, dijo y añadió que “dentro de los abusos que existen en el mundo tenemos que ser firmes y claros contra el genocidio en Gaza, y no tengo dudas al respecto. Además, el Partido por la Democracia hizo una declaración ratificando que su postura en esta materia como colectividad política es respaldar la política internacional que el gobierno de Chile ha tenido”.
La Comunidad Palestina de Chile a través de un comunicado calificó como «vergonzosas, ofensivas, profundamente ignorantes y desprovistas de toda humanidad» las palabras de Quintana sobre la guerra en Gaza, porque -añade la nota- “constituyen una forma de racismo que deshumaniza al pueblo palestino, al sugerir que sus padres deliberadamente entregan a sus hijos a la muerte. Esa acusación -repetida sin evidencia como justificación para la matanza de menores- no solo perpetúauna narrativa colonial e inaceptable, sino que intenta responsabilizar a las víctimas por su propia destrucción”. Y añade que “es aún más grave que tales dichos provengan de un senador que integra la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. Su negación del genocidio contrasta no solo con la realidad evidente, sino también con la postura oficial del Estado de Chile, que actualmente es parte denunciante en el proceso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Israel, por violaciones a la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. La CIJ ha considerado admisible esta demanda y ha dictado medidas provisionales urgentes para proteger al pueblo palestino, lo que refuerza la gravedad de los crímenes en curso”.
Libio Pérez, Editor general de la edición chilena de Le Monde Diplomatique
El Maipo