El presidente estadounidense Donald Trump echó por tierra la posibilidad de eximir a Argentina de los gravámenes de hasta el 25% anunciados para las importaciones de aluminio y acero que lleguen a la nación norteamericana. “Para Trump, la ideología está por debajo del proteccionismo”, dijo a Sputnik un experto.
Trump descartó la posibilidad de eximir a Argentina del anunciado cobro de aranceles del 25% para importaciones de aluminio y acero. Consultado al respecto, el mandatario explicó: “Tenemos un poco de déficit con Argentina, como con casi todos los países”.
La medida contrasta con la expectativa a la cual se aferraba el Gobierno de Javier Milei, abiertamente alineado a las políticas del republicano.
Concretamente, Buenos Aires cerró el 2024 con un exiguo superávit de 229 millones de dólares en el intercambio comercial con Washington, tras registrar un salto del 14% anual en las exportaciones y un derrumbe del 27,9% en las importaciones. El desplome de la compra de bienes desde Estados Unidos responde, centralmente, a la drástica recesión suscitada al calor del ajuste fiscal desplegado por el Ejecutivo.
Durante el año, las industrias de la siderúrgica y de fundición de metales cayeron 23% y 18%, respectivamente.
La medida tendrá un impacto directo en las exportaciones argentinas, que promediaron los 3.300 millones de dólares anuales desde principios de siglo, de los que el 21% (657 millones) estuvieron destinados al gigante norteamericano. Además, el 43% de las adquisiciones de aluminio argentino fueron realizadas por el mercado estadounidense.
El superávit comercial bilateral del país austral se profundiza en el rubro de aluminio: desde 2019 a la fecha, Argentina exportó unos 410 millones de dólares, mientras que importó apenas 10 millones anuales (2,5%). La relación es directa: Washington concentra más del 60% de las exportaciones argentinas del metal.
🚨🇦🇷 | El presidente Javier Milei (@JMilei) aseguró que su prioridad es hacer un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos: "Mi prioridad es el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. El Mercosur no pasó de una unión aduanera mala". pic.twitter.com/YScxjxB7Fv
— La Derecha Diario (@laderechadiario) February 10, 2025
¿Revés para Milei?
La iniciativa reviste un insoslayable impacto simbólico para Milei, cuyo embanderamiento detrás de la figura del magnate es por demás explícito. Un antecedente reciente expone el desinterés de la Casa Blanca: en 2018, durante su primer Gobierno (2017-2018), Trump impuso aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio, pero decidió eximir a Buenos Aires de parte de ese gravamen.
La razón revestía un carácter hasta geopolítico: el entonces presidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) detentaba una pública afinidad personal con el republicano. El mismo favor que llevó a ese Gobierno a conseguir el préstamo más importante de la historia del Fondo Monetario Internacional (FMI) —por 45.000 millones de dólares— es el que posibilitó que Argentina se convirtiera en uno de los cuatro países con exención arancelaria, junto con Australia, Brasil y Corea del Sur.
El anuncio de no exceptuar a Buenos Aires se inscribe en un escenario signado por la expectativa de la Administración Milei de concretar un acuerdo de libre comercio con Washington, aspiración que se plasmará en el viaje que el mandatario tiene previsto para su próxima visita a Estados Unidos el 19 de febrero, con el objetivo concreto de lograr un nuevo encuentro presencial con su par norteamericano.
Del corazón al bolsillo
“Milei queda en una situación realmente muy incómoda con estas medidas: todo su discurso ligado a la cercanía con Trump queda de lado cuando vemos que para el estadounidense la admiración del argentino no es tan relevante“, dijo a Sputnik el sociólogo y analista internacional argentino Sebastián Schulz.
Según el analista, queda claro que para el republicano “la ideología está por debajo del proteccionismo. La decisión de no hacer una excepción con un Gobierno tan referenciado en la Casa Blanca da cuenta de que lo que ordena la política económica es reducir el déficit comercial con otros países”.
“Trump apuesta a la industria pesada de Estados Unidos y eso está por encima de cualquier aliado ideológico. Es posible que veamos guiños simbólicos e incluso respaldo en instancias relevantes, pero eso no quita que la idea de priorizar a Washington rija por sobre cualquier afinidad personal“, remarcó el investigador.
Un seguidor útil
La imposición de gravámenes a las importaciones provenientes de Argentina no obtura el virtual interés que la Casa Blanca pueda tener en Milei, en el marco de un escenario geopolítico signado por la disputa de Washington con Pekín. “Creo que va a mantener cierto apoyo en términos políticos porque Trump necesita desandar la influencia de China y otros países emergentes”, explicó Schulz.
De acuerdo al experto, las medidas económicas “van por un carril paralelo al de la diplomacia, en parte porque Trump tiene intereses concretos en reforzar a Milei como referente en Latinoamérica, en medio de liderazgos de corte progresista en varios países relevantes de la región”.
“Milei es útil para Trump en tanto hay un proyecto anclado en el seguidismo hacia Estados Unidos. Washington considera urgente contrarrestar la influencia que China ha desplegado en la región a partir de instancias como la Franja y la Ruta“, explicó el analista.
El Maipo/Sputnik