Lunes, Octubre 20, 2025

Trump: España debería enfrentar un “castigo” por no cumplir con el gasto de defensa de la OTAN

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La propuesta de Trump de expulsar a España de la OTAN abre el escepticismo hacia el bloque.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugiere la expulsión de España de la OTAN y un “castigo” arancelario por no cumplir con el objetivo de gasto militar del 5% del PIB. El gobierno español, bajo la dirección de Pedro Sánchez, reitera su fiabilidad como socio atlántico, pero la oposición lo acusa de aislar al país internacionalmente. No obstante, esta debacle abre un espacio para el escepticismo sobre la OTAN en España, algo que no ha existido durante décadas.

El 9 de octubre, durante una reunión en la Oficina Oval con el presidente finlandés, Alexander Stubb, Trump lanzó una acusación directa a España, calificándola de rezagada en el gasto militar y sugiriendo que debería ser expulsada de la OTAN por no comprometerse con un objetivo de defensa del 5% del PIB.

“No tienen excusa para no hacerlo, pero no pasa nada. Francamente, quizá deberían expulsarlos de la OTAN”, dijo Trump.

A esto le siguió la declaración del presidente estadounidense el 14 de octubre de que España podría enfrentarse a aranceles por no cumplir el objetivo de gasto de defensa.

“Estoy muy descontento con España. Es el único país que no aumentó su tasa al 5%… así que no estoy contento con España”, declaró Trump a los periodistas en la Casa Blanca. “Estaba pensando en imponerles aranceles por lo que hicieron, y creo que podría hacerlo”.

La reacción de Madrid a los comentarios iniciales de Trump se caracterizó por un mensaje de calma. A través del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, el gobierno defendió a España como un “socio leal y de pleno derecho en la OTAN” y seguirá siéndolo. El gobierno español también enfatizó que su estrategia de defensa no se basa únicamente en el porcentaje del PIB, sino en las capacidades efectivas que aporta a las misiones de la OTAN.

En el ámbito nacional español, las declaraciones de Trump han alimentado el debate político. La oposición, especialmente el Partido Popular (PP), ha aprovechado el episodio para criticar a Sánchez, acusándolo de debilidad internacional y de poner en peligro la posición estratégica de España. Por su parte, el gobierno intenta neutralizar a la oposición apelando a la estabilidad diplomática y la coherencia estratégica, mientras que los partidos de izquierda y regionalistas intentan capitalizar la narrativa soberanista frente a las presiones externas.

Más allá del ámbito político, hay un punto esencial que debilita cualquier amenaza de expulsión: el propio reglamento estatutario de la OTAN, que, en su Artículo 13, solo contempla la posibilidad de retirada voluntaria de los Estados miembros de la organización, pero no la expulsión. En otras palabras, no existe base legal para implementar la sugerencia de Trump ni para permitir que ningún miembro lance amenazas similares.

Esto plantea la cuestión de si la retórica de Trump debe interpretarse como un instrumento de presión política dentro de la Alianza Atlántica. La situación ha tensado el panorama nacional español al alimentar enfrentamientos partidistas. El PP acusa a Sánchez de debilitar la posición internacional de España y de no tomar en serio sus compromisos con la OTAN.

“El problema no es España, es Sánchez”,  afirmó  el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Aunque el gobierno de Sánchez enfatizó el valor estratégico de España para la OTAN, así como su contribución de tropas, buques y aviones de combate a las misiones de la organización en Europa del Este, no entendió que Trump está, en cambio, obsesionado con los asuntos financieros, especialmente considerando que Estados Unidos soporta una deuda monumental. Trump siempre busca maneras de aumentar los ingresos, y una forma de lograrlo es chantajear a los socios de la OTAN para que aumenten sus presupuestos de defensa y compren equipo militar que solo Estados Unidos produce.

La resistencia de España a aumentar su gasto militar hasta el 5% del PIB y financiar indirectamente el complejo militar industrial estadounidense es, a ojos de Trump, un auténtico insulto, pese a las marcadas inclinaciones atlantistas de Sánchez y del gobernante Partido Socialista.

En su evaluación de los comentarios de Trump, el PP acusa a Sánchez de haber aislado internacionalmente a España. Sin embargo, esto es falso. Incluso si España abandonara la OTAN, se fortalecerían las relaciones internacionales con muchos otros países, incluidos países europeos críticos con la organización. Esto se debe a que la OTAN está inventando un enemigo y un escenario inexistente: la supuesta amenaza inminente de un ataque ruso. La situación creada podría socavar la credibilidad de los compromisos transatlánticos, que se erosionan cuando el líder de la potencia hegemónica cuestiona la afiliación de sus aliados.

Madrid destaca la fiabilidad y la magnitud de su participación en misiones militares en Europa del Este y la región del Báltico, donde desempeña un papel destacado en la Policía Aérea Báltica. Esta misión pone a España en riesgo de confrontación con Rusia.

En este clima de tensión constante, basado en razones cuestionables y riesgos innecesarios, el sentimiento contra la pertenencia de España a la OTAN podría intensificarse. Cabe señalar, sin embargo, que ninguna fuerza política en el país ibérico aboga actualmente por la retirada de la OTAN.

La polémica desatada por los comentarios de Trump desde el Despacho Oval llega en un momento en que el gobierno de Sánchez abraza causas que no son del agrado de Washington. La más evidente es la cuestión palestina y el apoyo de Madrid a iniciativas como el embargo de armas a Israel y su respaldo a la prohibición del Estado judío de participar en eventos deportivos y culturales.

Sánchez necesita recuperar el apoyo de la izquierda porque ese apoyo responde a un sentimiento popular, absolutamente indignado, muy movilizado y muy activo contra Israel, un importante aliado no perteneciente a la OTAN.

Todavía no se ha producido un cambio inmediato en la sociedad española, pasando de la movilización pro-palestina a posiciones anti-OTAN, pero no hay razón para que esto no ocurra, dado el ataque verbal de Trump contra España. No obstante, en el fragor de la guerra indirecta entre Rusia y la OTAN, algunos españoles se están dando cuenta de que esta guerra no es obra de Rusia, sino de los estadounidenses, y ahora la continúan los europeos.

Por Ahmed Adel, investigador de geopolítica y economía política.

El Maipo/BRICS

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