La comunidad de Peñaflor despidió ayer de una de sus instituciones más queridas: la histórica Panadería El Reloj, que cerró definitivamente sus puertas tras 86 años ininterrumpidos de servicio a la comunidad.
Desde 1939, esta emblemática panadería fue parte fundamental de la vida cotidiana de los penaflorinos, llenando las mesas locales con el inconfundible aroma y sabor de marraquetas, hallullas, rositas y chocositos recién horneados. Su horno centenario, que nunca dejó de encenderse en estas más de ocho décadas, fue testigo silencioso del crecimiento de generaciones enteras que compartieron su pan.
Una vida dedicada al oficio
La historia moderna de la panadería está marcada por la figura de doña Filomena Domínguez Gálvez, quien llegó en 1972 para ayudar a su padre en lo que inicialmente sería una colaboración de solo tres años. Sin embargo, esa breve ayuda se transformó en toda una vida dedicada al noble oficio de la panadería.
Durante más de cinco décadas, doña Filomena forjó el carácter familiar de este establecimiento, trabajando codo a codo con su esposo Rolf Haid, quien fue su compañero tanto de trabajo como de vida durante más de 30 años. Junto a ellos, maestros panaderos como don Osvaldo Arce y Miguel Espinoza, entre otros, contribuyeron a escribir la rica historia de esta tradicional panadería.
La atención al público también fue parte fundamental del éxito del negocio, destacándose Eliana Moraga, quien con su característica amabilidad atendió durante décadas a miles de personas, convirtiéndose en un rostro familiar para múltiples generaciones de clientes.

Un adiós emotivo
“Lo voy a echar de menos, pero todo tiene un ciclo. Peñaflor y esta panadería han sido mi vida”, expresó con visible emoción doña Filomena al referirse al cierre del establecimiento que marcó su existencia.
La Panadería El Reloj permaneció abierta hasta las 19:00 horas del sábado, brindando una última oportunidad a los penaflorinos de despedirse de esta querida institución local.
Con el cierre de sus puertas, Peñaflor no solo pierde un negocio tradicional, sino que ve partir un pedazo de su identidad. Sin embargo, el legado de la Panadería El Reloj permanecerá para siempre en la memoria colectiva: el sabor de su pan, su rica historia y el cariño con que sirvió a la comunidad durante 86 años inolvidables.
El Maipo/Imágenes: Municipalidad de Peñaflor