(Brasilia) Unas 30 organizaciones políticas, movimientos sociales, sindicatos y personalidades de Brasil suscribieron una declaración internacional que condena hoy el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe y advierte sobre amenaza a la paz regional.
Titulado Declaración Internacional en Solidaridad con Venezuela y en Defensa de la Paz en América Latina y el Caribe, el texto alerta que la operación estadounidense se ampara en un pretexto para combatir el narcotráfico, desmentido por informes de Naciones Unidas.
Según el pronunciamiento, la presencia militar viola el Tratado de Tlatelolco, considerado un pilar de la desnuclearización y la seguridad regional, y desconoce la Proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz adoptada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en 2014.
De igual manera, constituye una afrenta directa a los principios del Derecho Internacional.
Los firmantes instan a que los gobiernos del mundo y el Parlamento brasileño se manifiesten de manera clara y firme contra la escalada militar de Washington, señalada como una estrategia de intervención armada que pone en riesgo la soberanía regional.
También el manifiesto denuncia que Brasil enfrenta presiones económicas externas, luego que Estados Unidos impusiera un arancel del 50 por ciento a sus exportaciones como mecanismo de injerencia para evitar que la Justicia castigue a los responsables del intento de golpe de Estado.
En el documento se reafirma que cada medida coercitiva contra países de la región busca debilitar las instituciones democráticas y condicionar decisiones judiciales soberanas, lo que los firmantes califican como un ataque contra la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos.
Por otra parte, la solidaridad con Venezuela fue expresada de manera explícita, bajo la premisa de que su estabilidad es inseparable de la paz continental.
«La soberanía de nuestros pueblos no es negociable», subraya el comunicado, que coloca la defensa de la vida, la justicia social y la libertad como principios irrenunciables.
El 5 de septiembre, la Celac condenó el despliegue militar extrarregional de Estados Unidos en el Caribe, al considerarlo una amenaza directa a la estabilidad y la seguridad de los pueblos de la región.
Por el momento, la declaración internacional continúa sumando adhesiones de movimientos sociales en distintas latitudes.
En los últimos días, decenas de organizaciones con presencia en Jordania rubricaron el documento en respaldo a Venezuela y en rechazo a cualquier intento de militarización.
Los convocantes insistieron en que detener la escalada militar es una responsabilidad colectiva de la comunidad internacional, pues permitirla abriría un nuevo ciclo de violencia en América Latina y el Caribe con consecuencias graves e imprevisibles.
El Maipo/PL