La infraestructura permite a productores locales obtener resoluciones sanitarias y acceder a mercados más exigentes, cerrando una brecha histórica del sector rural.
Más de 20 agricultores de San Esteban celebraron la inauguración de su sala de procesos agrícola comunitaria en el Parque Casona La Ermita. Para ellos, representa mucho más que una infraestructura: es la llave para abrir nuevos mercados.
“Muchas veces queríamos optar a otros mercados y no se podía porque no teníamos resolución sanitaria. Esta sala de procesos significa un sueño hecho realidad”, expresó emocionada Estefanía Contreras, de 33 años, productora de hortalizas y hierbas a través de su empresa familiar Tu Sabor Natural.
Un proyecto colaborativo
La obra, que demandó una inversión superior a $100 millones, fue posible gracias a la colaboración entre INDAP, la Subsecretaría de Desarrollo Regional, el municipio de San Esteban, Anglo American y el Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS).
Con 83,7 metros cuadrados, la instalación cuenta con moderna maquinaria, zonas diferenciadas para procesos limpios y sucios, sala de envasado, baños accesibles y una sala de ventas anexa de 14,15 m². Todo diseñado para cumplir con los estándares del Reglamento Sanitario de Alimentos.
Resoluciones sanitarias: el obstáculo superado
Las resoluciones sanitarias han sido históricamente una barrera significativa para pequeños productores que buscan comercializar sus productos más allá de sus localidades. La nueva sala otorga 10 resoluciones sanitarias que permiten elaborar desde confituras y conservas hasta productos de pastelería, procesar té y café, miel y productos apícolas, además de frutas y hortalizas de cuarta gama.
Luis Lillo, apicultor y presidente de la Agrupación Sala de Procesos San Esteban, no ocultó su orgullo: “Era un anhelo de hace mucho tiempo. Nuestros productos no podían salir de la comuna por falta de resolución, de envasado, de etiquetado. Ahora podremos llegar a la región, al país y, por qué no decirlo, internacionalmente también”.
Impacto en la economía rural
Los 20 socios de la agrupación ya se certificaron en manejo de alimentos para utilizar las instalaciones. Entre ellos destacan productores de hortalizas, apicultores y agricultores que ahora pueden manipular, procesar, envasar y etiquetar sus productos en condiciones profesionales.
Amelia Muñoz, presidenta del Consejo Asesor Regional de INDAP y apicultora, destacó el cierre de brechas múltiples: “Esto acorta la brecha de la falta de resolución y la brecha de comercialización. Tenemos una producción envidiable y estas brechas se han ido acortando con inyección de recursos y voluntades”.
El director nacional de INDAP, Santiago Rojas, calificó las salas de procesos como “tremendas dinamizadoras de las economías rurales” y ratificó el compromiso institucional de seguir avanzando en esta línea.
Nuevas oportunidades comerciales
Para Estefanía Contreras, quien en 2021 ya había manifestado su deseo de seguir creciendo y cultivar productos con valor agregado, esta sala representa nuevas posibilidades concretas. “Se me abren distintos mercados. Habíamos estado en conversaciones con UNIMARC gracias al convenio que tiene INDAP. Tengo restaurantes a los que abastecemos con productos hidropónicos”, explicó la joven productora que decidió quedarse en el campo implementando prácticas agroecológicas.
Una red regional en expansión
San Esteban se suma así a Petorca, Zapallar y Casablanca como las cuatro comunas de Valparaíso que cuentan con salas de procesos comunitarias operativas, acumulando un total de 50 resoluciones sanitarias en la región. Olmué, Papudo y Cabildo ya tienen sus salas construidas a la espera de equipamiento.
La ingeniera en alimentos Lourdes Soto, especialista regional de INDAP en resoluciones sanitarias, ha sido clave en esta implementación. Recordó que el proyecto de San Esteban se gestó en plena pandemia durante 2021, y celebró la “sinergia” institucional que permite que “los agricultores llegan en la mañana con sus materias primas y salen en la tarde con su producto terminado”.
Hay dos proyectos más en carpeta, incluyendo uno que llevaría esta solución a más de 600 kilómetros mar adentro, al pueblo de San Juan Bautista en el archipiélago Juan Fernández.
La ubicación estratégica de la sala en el Parque Casona La Ermita, terreno patrimonial recuperado frente a la plaza de armas, además facilitará la visibilidad comercial con el futuro Mercado Campesino INDAP que se instalará en las cercanías.
El Maipo



