Por Victoria H.M.
México se encuentra en una etapa decisiva para redefinir su política fiscal ante los desafíos de la crisis climática. En los últimos años, la creciente presión internacional por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, junto con los compromisos adquiridos en acuerdos multilaterales, ha impulsado al país a evaluar nuevas estrategias para mitigar su impacto ambiental.
Entre estas medidas, el gobierno estudia la implementación de nuevos impuestos verdes destinados a promover un desarrollo más sostenible y, al mismo tiempo, generar recursos para financiar la transición energética.
Uno de los sectores bajo mayor análisis es el turismo, una de las principales fuentes de ingresos nacionales, pero también un área que genera importantes impactos ecológicos. La propuesta contempla gravar actividades turísticas de alto consumo energético, así como imponer nuevas tasas ambientales a los visitantes internacionales.
Impuestos verdes para una México más justo y resiliente
La Alianza por la Justicia Fiscal propuso este martes crear nuevos impuestos ambientales al turismo o a los transportes de lujo, así como aumentar los actuales, para financiar las políticas públicas de México y poder así «sostener» la lucha contra la «grave crisis climática» que sufre el país.
Sectores empresariales advierten posibles efectos adversos en la competitividad y la inversión, mientras que organizaciones ambientalistas celebran la medida como un paso necesario hacia una economía más justa y sostenible.
De este modo, la unión de organizaciones ambientalistas defendió la imposición en México de nuevos gravámenes al transporte de lujo, al turismo o a la congestión de vehículos, entre otras actividades que generan «altas emisiones» de carbono y un impacto «negativo» en la calidad ambiental del país.
Tras la conclusión la semana pasada de la cumbre del clima COP 30 en Brasil, la Alianza por la Justicia Fiscal presentó este martes el cuadernillo ‘Más verdes, más justos: impuestos que cuiden el planeta y a las personas’,en el que insta a luchar contra la «triple crisis ambiental» -cambio climático, contaminación y pérdida de diversidad- que, afirma, padece México.
«Si no se aplican impuestos justos a quienes más tienen y no se reparte mejor el dinero público y se le da suficiente financiación, es muy difícil que México cumpla los objetivos de reducción de emisiones«, destacó Arabel Alí, de la ONG Red de Acción Climática, que forma parte de la alianza ambientalista.
Crisis climática en México: por qué los impuestos verdes son urgentes
En la presentación de la publicación, Alí subrayó que el país está ante un «momento histórico» en materia climática, por lo que reclamó la adopción de medidas como un aumento de los impuestos a los yates o a los jets privados, que puede contaminar hasta «14 veces más» por pasajero que un vuelo comercial.
Entre estas medidas, el gobierno estudia la implementación de nuevos impuestos verdes destinados a promover un desarrollo más sostenible y, al mismo tiempo, generar recursos para financiar la transición energética.
Por su parte, Diego Merla, de Oxfam, señaló que el 1 % de México «más rico» contamina igual que el 80 % «más pobre», por lo que pidió una reforma fiscal «progresiva que se oriente a los que más dinero tienen».
«Hay que poner el foco en bienes de lujo como automóviles, joyas, arte, jets o yates. México es el segundo país con más jets privados (…) ¿Qué justificación hay en una crisis climática de esta magnitud para que existan vuelos en jets privados si no son para alguna emergencia?», se preguntó.
Por ello, la Alianza por la Justicia Fiscal defendió gravar actividades contaminantes como el turismo, el transporte pesado o la minería, lo que «ayudaría a evitar el calentamiento global», a la vez que serviría para financiar la «ambiciosa política climática» del país fijada en la COP 30 con una reducción «considerable» de las emisiones.
Aun así, la iniciativa ha generado debate. Sectores empresariales advierten posibles efectos adversos en la competitividad y la inversión, mientras que organizaciones ambientalistas celebran la medida como un paso necesario hacia una economía más justa y sostenible.
El diseño final de estos impuestos verdes determinará no solo su eficacia recaudatoria, sino también su capacidad para impulsar cambios reales en los patrones de consumo y movilidad dentro del país. EFE
El Maipo/ECOticias



