La Corporación Memoria de Lonquén trabaja en la construcción de un memorial y en la preservación de la historia de los 15 campesinos asesinados por la dictadura en 1973
A poco más de 50 kilómetros de Santiago, en la comuna de Talagante, se encuentra uno de los sitios más emblemáticos y dolorosos de la violencia estatal en Chile: Los Hornos de Lonquén. En este lugar, hace 52 años, quince campesinos fueron brutalmente asesinados y sus cuerpos ocultados en antiguos hornos de cal, marcando un hito trágico en la historia de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar.
El hallazgo de los restos óseos en 1978, tras una denuncia presentada en la Vicaría de la Solidaridad, conmocionó a la opinión pública nacional e internacional. Los quince trabajadores agrícolas, de entre 17 y 51 años, habían sido detenidos ilegalmente el 8 de octubre de 1973 por efectivos de Carabineros de la tenencia de Isla de Maipo, bajo el mando del Capitán Lautaro Castro Mendoza.
La venganza patronal contra el movimiento campesino
El crimen de Lonquén no fue un hecho aislado. Se inscribe en una oleada represiva que tiñó de sangre los campos chilenos desde el mismo 11 de septiembre de 1973, con casos emblemáticos como: Mulchén, Chena, Paine, Cuesta Barriga, Tomé, San Rosendo-Laja, Chihuío, Liquiñe, Talca y otras tantas zonas rurales del país. Y sin olvidar a los dos compañeros obreros campesinos fusilados en el sector del puente viejo de Naltagua de la comuna de Isla de Maipo, Juan de Dios Salinas y Guillermo Bustamante, nos señala Miguel Maureira, presidente de la Corporación Memoria de Lonquen.
Indicando, además, que “estos asesinatos fueron producto de las acusaciones de los patrones de fundo” contra quienes consideraban “peligrosos” si el proceso de reforma agraria continuaba avanzando.
La revancha del sector patronal apuntó directamente contra el movimiento campesino que había logrado conquistas históricas en las décadas anteriores, como la Ley de Reforma Agraria y la Ley de Sindicalización Campesina, promulgadas durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva y profundizadas bajo la administración de Salvador Allende.
Los ejecutados y hechos desaparecer el 8 de octubre de 1973.
| Nombre | Ocupación | Edad |
| Astudillo Álvarez, Enrique | Obrero agrícola | 51 años |
| Astudillo Rojas, Omar | Obrero agrícola | 27 años |
| Astudillo Rojas, Ramón* | Obrero agrícola | 19 años |
| Brant Bustamante,Miguel* | Obrero agrícola | 19 años |
| Hernández Flores, Carlos | Obrero agrícola | 39 años |
| Hernández Flores, Nelson | Obrero agrícola | 32 años |
| Hernández Flores, Oscar | Obrero agrícola | 30 años |
| Maureira Lillo, Sergio | Obrero agrícola | 46 años |
| Maureira Muñoz, Sergio | Obrero agrícola | 27 años |
| Maureira Muñoz, José | Obrero agrícola | 26 años |
| Maureira Muñoz, Segundo | Obrero agrícola | 24 años |
| Maureira Muñoz, Rodolfo | Obrero agrícola | 22 años |
| Navarro Salinas Manuel* | Obrero agrícola | 20 años |
| Ordoñez Lama, Iván* | Obrero agrícola | 17 años |
| Herrera Villegas, José* | Obrero agrícola | 17 años |
Tareas pendientes y desafíos actuales del sitio de memoria
A 52 años del crimen, la Corporación Memoria de Lonquén enfrenta múltiples desafíos. Entre las tareas más urgentes está la construcción del Memorial en el sitio, cuyo desarrollo ha sido obstaculizado por la burocracia estatal.
“Si bien ha existido disposición y avances, ha hecho falta voluntad política para hacer más eficientes los procesos”, afirma Maureira, quien recuerda que la servidumbre de paso para llegar al sitio de memoria fue otorgada apenas horas antes de conmemorar los 50 años del crimen, tras años de gestiones. Del mismo modo, el proyecto de cierre perimetral del sitio permanece aún sin licitarse.
Actualmente, la Corporación trabaja en varias líneas de acción:
- Archivo de memoria: En colaboración con la Universidad Alberto Hurtado, sistematizan y ordenan material gráfico y documental para crear un archivo formal.
- Extensionismo educativo: Profundizan acciones de educación en derechos humanos en establecimientos educacionales de la zona, para que los estudiantes conozcan la historia de su territorio.
- Preservación patrimonial: Junto al Municipio de Isla de Maipo, incorporaron el calabozo de la ex tenencia de carabineros, donde las víctimas pasaron sus últimas horas, al circuito de memoria. Este espacio debe ser incluido en la recientemente declarada Zona de Interés Turístico (ZOIT).
- Articulación territorial: Buscan vincularse con otros sitios de memoria de identidad rural y campesina como Chena, Paine y Cuesta Barriga, así como con organizaciones campesinas actuales.
Un legado que no debe olvidarse
“Es importante relevar que estos campesinos, muchas veces sin educación formal, tenían conciencia social y trabajaban por el pueblo y por los derechos de sus compañeros de trabajo, algo que hoy día en esta sociedad lo hemos perdido“, reflexiona Maureira.
El presidente de la Corporación enfatiza la necesidad de fortalecer los lazos con las organizaciones territoriales: “Es la única vía para que nuestra memoria no se olvide“.
Lonquén se mantiene como símbolo no solo de la búsqueda de justicia para los ejecutados y desaparecidos, sino también del mundo campesino que resistió y luchó por sus derechos en uno de los períodos más oscuros de la historia de Chile.
El sitio de Memoria Los Hornos de Lonquén se ubica aproximadamente a 14 kilómetros de Talagante y a 50 minutos de Santiago.
El Maipo



