Joaquín Lavín Infante está en el centro de una extirpe de servidores sociales que han hecho de la política su “vocación”. Hoy, que llenan las páginas rojas y de farándula en matinales y redes sociales, demos una mirada a cómo pasaron de ser colaboradores de la Dictadura, a gallos de pelea, cosistas y, finalmente, gatos de campo.
Gallos de Pelea
Joaquín Lavín Pradenas, padre de Joaquín Lavín Infante, fue un latifundista asentado en la comuna de Portezuelo, sector rural ubicado a 30 kilómetros de Chillán. El año 1973 fue designado Alcalde de la Comuna por el dictador Augusto Pinochet.
Chillán y Portezuelo están unidos por el Puente El Ala. Desde sus barandas, fueron asesinados y arrojados al cauce del río Ñuble diez víctimas de la dictadura. Todas las detenciones hechas por Carabineros de Chile se realizaron entre los últimos días de septiembre y primeros días de octubre. El 24 de diciembre de ese mismo año, el padre de una de las víctimas descubrió algunos de los diez cadáveres en el lecho del río, entre ellos su hijo Patricio Weitze, cuando ya era Alcalde nuestro primer Joaquín Lavín.
Años más tarde, en 1978, el Puente El Ala fue quemado y destruido por desconocidos, y solo se reconstruyó el año 1993, durante el Gobierno de Patricio Aylwin.
Hoy, una escultura de acero de diez metros de alto de la escultora Sandra Santander, recuerda la atrocidad vivida hace medio siglo.
Por su parte, los primeros años en la política de nuestro segundo Joaquín están marcados por su carácter ultra conservador en lo religioso, a fines de los 60′ se integró al grupo Fiducia, y de pinochetista acérrimo, ingresó al Movimiento Gremialista en 1973. Luego de pasar por la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chicago se integró de manera progresiva a los círculos de poder de la élite chilena.
El año 1988, asume un rol importante en la campaña del SI, con su libro la Revolución Silenciosa en el cual alaba los logros económicos de Pinochet.
Es en este tiempo en que nace “el gallo de pelea”, slogan de su campaña a diputado por “las tres comunas” (Las Condes, Vitacura y los Barnechea). En la ocasión, fue derrotado por Evelyn Matthei, en ese entonces integrante de la “patrulla juvenil” de Renovación Nacional, quien mostraba un rostro más amable que el Pinochetismo puro y duro.
Todo este ímpetu conservador y ultraderechista empezó a transformarse cuando en 1992 fue electo Alcalde de Las Condes.
El cosismo, el “gran aporte” de Lavín a la ciencia política
Una vez en el sillón alcaldicio, Lavín Infante entendió que la lucha frontal contra la centro izquierda gobernante no le daría grandes réditos y se enfocó en la gestión antes que en la ideología.
A la cabeza de la comuna más rica del país, se pudo dar el lujo de armar una parafernalia que le permitió ponerse a la cabeza de la visibilidad en los medios, copando espacios como los nacientes matinales de la televisión abierta, con noticias pintorescas más propias de programas misceláneos que de información política.
La idea era pasar de discusiones ideológicas y de políticas públicas a tratar problemas cotidianos de las personas con un enfoque casuístico, explotando las emociones y dotándolo de propuestas espectaculares (en el sentido del espectáculo que aportaban en un programa de televisión) sin siquiera considerar su aplicabilidad a gran escala o impacto en el tiempo.
Una estrategia comunicacional agresiva y dotada de recursos “ilimitados” logró transformar a Lavín, al cabo de dos periodos en la Alcaldía de Las Condes, en un líder atípico de la derecha que no hablaba de política, sino contra los políticos, y que no hablaba de intereses ni tradiciones a defender sino de cosas que hacer. Ya para las elecciones presidenciales de 1999, todo el mundo hablaba del “cosismo de Lavín”, aunque pocos sabían muy claramente de que se trataba esto.
Así, en 1998 Lavín hizo llover en Las Condes en un año de extrema sequía, regando nubes desde aviones cisterna. Nadie se preocupó de medir la cantidad de agua caída y de si ésta contribuía a palear la extrema situación que se estaba viviendo. Sólo importaba dejar instalada la idea de que Lavín era el hombre que hacía llover y, aunque fuera poco, al menos hacía algo por sus vecinos.
De este periodo son también los botones de pánico y los escarabajos rojos, iniciativas improvisadas y mal diseñadas que fueron motivo de burla en la época pero que no mellaron la voluntad del Alcalde.
En otro plano, Lavín trajo de desde Nueva York la política de Tolerancia Cero a la delincuencia, la cual consideraba eliminar de un paraguazo cualquier posibilidad de re inserción social, creando un boletín comunal que advertía acerca de los reos que salían con beneficio carcelario, publicando su ficha y su foto.
Como Alcalde de Santiago no se quedó atrás. El año 2002 implementó una playa artificial para las familias de escasos recursos. En el 2003 le tocó al deporte blanco, instalando un centro invernal de esquí en el Parque de los Reyes, haciendo justicia a la gran mayoría de los niños y niñas de Santiago que no conocían la nieve.
En un último repaso de grandes iniciativas se pueden recordar la Cárcel-Isla propuesta en la campaña presidencial del 2005. El semáforo de SIMCE, estigmatizando a niños, niñas y adolescentes, escuelas, comunidades y barrios. O el recetario para los pobres, soluciones para almuerzos por menos de dos mil pesos. Entre otras muchas iniciativas menos visibles que se nos quedan en el tintero.
Detrás de cada una de estas iniciativas, se suman altísimos costos para la Municipalidad de las Condes primero, y luego para la de Santiago. Pero también se fue generando un entramado de organizaciones públicas y privadas que han sido la base de un esquema de defraudación que ha implementado buena parte de los alcaldes y alcaldesas de UDI en su paso por municipalidades de todo el país.
Organizaciones funcionales comunitarias y fundaciones con diversos fines contraladas por familiares y personas de confianza política, especialmente de la UDI. Asociaciones de municipalidades para fines específicos como la Asociación de Municipales para la Seguridad de la Zona Oriente (AMSZO) de la ciudad de Santiago, o la Junta que administra el Parque Alberto Hurtado, ambas investigadas por corrupción, producida principalmente en el último periodo de Joaquín Lavín en Las Condes.
Gatos de campo, se suma una nueva generación, el matrimonio Lavín-Barriga
Cuesta validar que el interés principal de la familia Lavín sea a estas alturas el valor religioso o ideológico de sus creencias, o al menos de la búsqueda del bien común. De un integrismo católico y un liberalismo extremo, han ido pasando a una compulsión por la defraudación y acumulación de poder para si misma y para sus círculos de confianza.
Esta incontinencia por la ganancia, más allá de los marcos legales, quedó cien por ciento al descubierto cuando frente a todo Chile Lavín confesó las utilidades ganadas por la venta de acciones de la Universidad del Desarrollo, siendo Ministro de Educación en ejercicio.
Esta semana, la actual alcaldesa de la comuna de Las Condes, Catalina San Martín, señaló a la prensa que los primeros resultados de los informes de la auditoría externa a esta Municipalidad dan cuenta de pagos de horas extras por más de 45 mil millones de pesos durante el período 2018 al 2023, años en los cuales se desempeñaron como alcaldes, Joaquín Lavín Infante y Daniela Peñaloza Ramos, ambos militantes de la UDI.
A partir de estos primeros resultados entregados por la empresa Fortunato&Asociados, la alcaldesa Catalina San Martín indicó a la prensa que se puede afirmar que “la municipalidad había funcionado como una caja pagadora”.
Vale decir, que por los $45,688 millones por el pago de horas extras durante un periodo de seis años, esta cifra representa el 23,96% del costo total de remuneraciones en ese lapso, según lo publicado por La Tercera. Cifra lo que hace un total de 6,3 millones de horas extras pagadas, un promedio mensual de 86,89 horas por trabajador, lo que equivale a casi el 94,69% de los trabajadores de la Municipalidad de Las Condes.
Ello, sin considerar las cuentas no rendidas de las Corporaciones de Cultura y Fundación Teatro Municipal por cifras de más de 6 mil millones de pesos, observaciones que se entregan en el informe de la auditoría externa publicado por La Tercera.
En el mismo tenor, el actual Diputado e hijo del ex alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín León, ahora ex militante de la UDI, en el mes de noviembre pasado fue objeto del allanamiento de su casa y oficina parlamentaria en el Congreso Nacional, por causa llevada en el más absoluto secreto por la persecutora de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Oriente, Constanza Encina. Trascendiendo que la investigación de la fiscalía que pesa sobre el Diputado Lavín León, tiene como fundamento la emisión de facturas ideológicamente falsas, lavado de activos, fraude al fisco y falsificación de instrumento público, caso que se encuentra en desarrollo en el más absoluto secretismo por parte de la Fiscalía.
Y sin querer quedar atrás, en esta enredada trama de dineros, donde la familia Lavín es parte sustancial del mediático caso de dineros, fraudes y corrupción, surge la figura de la nuera, la ex alcaldesa de Maipú y también ex militante de la UDI, Cathy Barriga Guerra, quién se encuentra recluida en la cárcel de San Miguel en calidad de imputada por fraude al fisco por una cifra superior a los 33 mil millones de pesos.
Cabe recordar, que, en el año 2017 durante la campaña senatorial de Joaquín Lavín Infante, la familia de ex alcalde también se vio envuelta en un escándalo de proporciones por dinero, luego de que Isaac Givovich, yerno de Joaquín Lavín Infante, casado con Asunción Lavín León, lo denunciara ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) asegurando que el exalcalde de Las Condes le solicitara el ocultamiento de pagos por trabajos que realizó su empresa GES Consultores para la campaña senatorial de 2009.
Hecho que fue refrendado a revista Caras por la propia Asunción Lavín, señalando que no pudo facturar los servicios prestados durante la campaña senatorial para no elevar los gastos del alcalde por sobre el límite legal, no pudiendo realizar su declaración de impuestos, situación que les generó una deuda por sobre los 200 millones de pesos con el SII. Ante esta situación, el yerno Givovich puso el dedo en la llaga a fines de noviembre de este año señalando en su cuenta de X:
Hasta ahora, sumados los 45 mil de Lavín Infante y los 33 mil de Barriga se alcanzan los 78 mil millones de pesos. Pero en taxímetro seguirá activo. Habrá que ver cuánto aporta Lavín León en esta frenética cuenta. En una de esas superan el record de 100 mil millones impuesto por la ex Alcaldesa UDI Virginia Reginato, una gata huiña de tono mayor.
Y claro, con nuestras sinceras excusas a gatos y gatas de nuestra nación.
Miguel Jara Gómez. Antropólogo Social, Magister en Educación y Comunicador Social, colaborador de El Maipo.
Nota: El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial El Maipo.