(Madrid) En un contexto de crisis climática y desigualdad creciente en el acceso a los recursos hídricos, ministros y representantes de todo el mundo reunidos en Madrid durante la Reunión de Ministros del sector Sanitation and Water for All (SWA) han aprobado el Compromiso de Madrid para la Acción, un pacto político de alto nivel que busca acelerar el progreso hacia el acceso universal al agua, al saneamiento y la resiliencia climática.
El acuerdo marca un nuevo punto de inflexión en la agenda global del agua, consolidando a España como anfitriona de un consenso internacional en torno a la seguridad hídrica, la adaptación climática y la financiación sostenible. Este compromiso, que se presenta como un instrumento político vivo, guiará los esfuerzos colectivos a partir de 2025 y será objeto de evaluaciones periódicas en foros internacionales como la COP30, el Diálogo de Bakú sobre Agua y Clima y la Conferencia del Agua de la ONU de 2026.
Un pacto para construir resiliencia y justicia hídrica
El Compromiso de Madrid reconoce el acceso universal al agua y al saneamiento como derechos humanos fundamentales, indispensables para la salud, la equidad social y el desarrollo sostenible. Sin embargo, los datos reflejan una realidad preocupante:
– 1 de cada 4 personas en el mundo carece de agua potable gestionada de forma segura.
– 3.400 millones de personas no disponen de saneamiento seguro.
– 1.700 millones no cuentan con servicios básicos de higiene en el hogar.
A esta situación se suma el impacto del cambio climático, que intensifica los riesgos mediante el aumento de las temperaturas, la variabilidad de las lluvias, la subida del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos. Estos efectos no solo dañan infraestructuras, sino que también amenazan ecosistemas, agravan las desigualdades y generan vulnerabilidad e inestabilidad social.
Por ello, el documento insta a situar la seguridad hídrica y el saneamiento en el corazón de las políticas de adaptación y mitigación climática, la reducción del riesgo de desastres y la protección de la biodiversidad.
Cinco ejes para acelerar el cambio
1. Integración política e institucional. Incorporar las prioridades de agua, saneamiento, higiene y clima en los Planes Nacionales de Adaptación (NAPs) y en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs), así como en las estrategias de desarrollo.
2. Servicios inclusivos y basados en derechos. Mejorar la recopilación y uso de datos para identificar a las poblaciones más vulnerables —mujeres, niños, pueblos indígenas, personas con discapacidad y refugiados—, promoviendo la rendición de cuentas y la participación comunitaria.
3. Sistemas resilientes y gestión del riesgo. Integrar las evaluaciones de riesgo climático en la planificación de infraestructuras, apostando por soluciones basadas en la naturaleza y la restauración de ecosistemas.
4. Financiación sostenible e innovadora. Movilizar recursos nacionales e internacionales, promover bonos verdes y azules, impulsar la financiación basada en resultados y fortalecer las alianzas público-privadas.
5. Liderazgo político y rendición de cuentas. Elevar el agua y el saneamiento a la máxima prioridad en las agendas nacionales e internacionales, mediante el liderazgo de jefes de Estado y mecanismos de seguimiento como el sistema de rendición de cuentas mutua de SWA.
Cerrar la brecha de inversión global
Uno de los retos más relevantes que recoge el pacto es la necesidad de cerrar una brecha de inversión superior a 130.000 millones de dólares anuales para lograr el acceso universal a servicios de agua y saneamiento resilientes al clima de aquí a 2030.
Esta cifra ilustra la magnitud del desafío y la urgencia de consolidar una financiación verde y equitativa que permita alcanzar los objetivos del ODS 6 (Agua limpia y saneamiento). Los líderes han hecho un llamamiento a gobiernos, bancos de desarrollo, instituciones financieras y al sector privado para alinear esfuerzos e integrar las agendas de agua, clima y desarrollo económico en un marco de acción común.
Un compromiso con rostro humano
Durante el encuentro, la Excma. Sra. Sara Aagesen, tercera vicepresidenta del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, subrayó el sentido profundo de este pacto:
“Cuando garantizamos agua segura, salvamos vidas. Cuando extendemos el saneamiento, protegemos la salud pública. Y cuando ambos se integran en las políticas nacionales, construimos resiliencia, desarrollo y justicia social. Hemos dado un paso histórico al lanzar el Pacto de Alto Nivel de Líderes sobre Seguridad Hídrica y Resiliencia. Este Pacto de Madrid no es una simple declaración: es un llamamiento a integrar el agua, el saneamiento y la adaptación climática en una misma agenda global”.
Sus palabras reflejan la esencia del acuerdo: situar el agua en el centro de la acción climática y de la justicia ambiental.
Una oportunidad para transformar el futuro del agua
El Compromiso de Madrid no es solo un acuerdo diplomático, sino una hoja de ruta viva que busca consolidar una nueva gobernanza global del agua. Su éxito dependerá de la coherencia entre las políticas nacionales, la participación ciudadana y la inversión responsable.
En un planeta donde más de dos mil millones de personas aún carecen de agua segura, este pacto representa una llamada a la acción colectiva. Un esfuerzo por construir sociedades más resilientes, equitativas y sostenibles, donde el acceso al agua deje de ser un privilegio y se reconozca, finalmente, como lo que es: un derecho humano esencial para la vida y el futuro del planeta, una gestión eficiente del agua es posible.

El Maipo/Ambientum



