Ignacio Anmella, presidente comunal del Partido Socialista en Peñaflor, critica el alejamiento de las estructuras partidarias de la ciudadanía y llama a recuperar el vínculo con las bases sociales de cara a la segunda vuelta presidencial, señaló en conversación exclusiva con elmaipo.cl
El actual presidente del comunal del Partido Socialista (S) de Peñaflor, Ignacio Anmella, ya acumula una década de militancia política y un interés genuino por la participación social desde las dirigencias estudiantiles en el colegio subvencionado Balmaceda de esa comuna.
Actualmente estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Padre Hurtado, este joven dirigente representa una generación crítica con las estructuras partidarias tradicionales, pero convencida de que la transformación debe venir desde dentro.
De estudiante secundario a militante socialista
La trayectoria política de Ignacio comenzó temprano. En 2019, previo al estallido social, ya lideraba un cordón estudiantil en Peñaflor que buscaba coordinar a los establecimientos educacionales de la comuna para exigir mejoras en infraestructura y calidad educativa. Sin embargo, su primera experiencia con las estructuras políticas fue frustrante, señala de manera enfatica.
“Yo en esa época me contacté con la ACES para solicitarles apoyo. Jamás tomaron en cuenta la periferia de Santiago”, recuerda. “Ellos estaban más enfocados en liderar los espacios emblemáticos del centro de Santiago: Instituto Nacional, el INBA, el liceo de aplicación. Ahí parte mi descontento”.
Esa sensación de discriminación hacia las comunas periféricas marcó su visión política. Durante años fue crítico de la militancia partidaria, tanto de la Concertación como del Frente Amplio y el Partido Comunista. No fue hasta 2023, tras cambiarse de Derecho a Ciencia Política, que dio el paso hacia la militancia formal en el PS.
“Llegué al Partido Socialista por un tema histórico”, explica. “Reconocía que había sido un partido transversal a la lucha social del siglo XX, protagonista y formador de grandes mártires y personajes de la política nacional”.
El diagnóstico: partidos desconectados de la ciudadanía
Para Anmella el principal problema de los partidos políticos tradicionales es su divorcio con la ciudadanía. “Los partidos se pusieron su chapa partidaria para hablar en nombre de la ciudadanía cuando no estuvieron con ella”, señala con autocrítica.
Su propuesta es clara: los partidos deben volver a ser “retaguardia” de los movimientos sociales, canalizadores de las demandas ciudadanas y contrapeso de las autoridades, incluso las propias.
“Nosotros deberíamos ser la retaguardia que empuje a los movimientos sociales a exigir mayores derechos, a exigir por ejemplo un hospital nuevo en Peñaflor, a exigir que entremos en un sistema de movilización que no sea dependiente de la hora”, argumenta.
En Peñaflor, donde la UDI conquistó el municipio tras años de administración de centroizquierda, Ignacio atribuye la derrota al “cautivismo” político. “El cautivismo se intentó anteponer a las ideas políticas y en razón del trabajo con la sociedad”, sostiene.
El fenómeno Parisi y el desafío de la izquierda
Uno de los análisis más provocadores del joven dirigente se refiere a Franco Parisi y el Partido de la Gente. Para Ignacio, este movimiento viene a ocupar el espacio que en el siglo XX ocupó la Democracia Cristiana: una alternativa “ni de derecha ni de izquierda”.
“Ese slogan de ‘ni fachos ni comunachos’ pega muy fuerte en la gente”, admite. “La izquierda ha mal utilizado muchas veces el proceso de la Unidad Popular, la figura del ex presidnete Salvador Allende y los mártires caídos dentro de la dictadura para llamar a votar solo por eso”.
Su crítica es contundente: si el Partido de la Gente, con menos de 10 años de existencia, ha sabido conectar mejor con la ciudadanía que partidos con más de un siglo de historia, “es que algo estamos haciendo mal nosotros”.
Segunda vuelta: el compromiso con Jara
De cara al balotaje entre Janet Jara y el candidato de la derecha, Ignacio llama a la militancia socialista a “ponerse a disposición del proyecto político” más allá de los personalismos.
“Si hoy en día Janet Jara no sale electa, nosotros no nos podemos encerrar cuatro años más en ser oposición”, advierte. “Nosotros tenemos que entregarle una oferta política y social real al país”.
Para el presidente comunal del PS en Peñaflor, trabajar por una candidatura que no es del propio partido “es un gran desafío”, pero también una oportunidad para demostrar que “el proyecto tiene que ser mayor a las personas que lo lideran”.
Su mensaje final resume la apuesta de esta nueva generación de militantes socialistas: “La unidad de la izquierda chilena en razón de nuestra clase” y la construcción de “un proyecto político real tanto en la comuna, en la provincia, en el distrito y a nivel nacional”.
En tiempos de desafección política juvenil, la historia de Ignacio representa una excepción: un joven que eligió las estructuras partidarias no para perpetuarlas, sino para transformarlas desde dentro.
El Maipo



