Jueves, Enero 2, 2025

La “batalla cultural” de Milei en la política exterior de Argentina. Por Roberto Pizarro Hofer

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Milei rechaza el feminismo, repudia las disidencias sexuales, descalifica las políticas medioambientales, niega la justicia social y se desentiende de los derechos humanos, reivindicaciones instaladas en la agenda internacional. Aquí no promueve libertades, apela a puro y duro conservadurismo.

El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, asesorado por el chileno, José Luis Daza, se metió en asuntos que no le competen y, con insensatez, calificó al presidente Boric de comunista, asegurando, sin fundamento, que está hundiendo a nuestro país.

La autoridad de Caputo para sostener sus dichos es escasa, porque durante el gobierno de Macri, “se fumó 15.000 millones de dólares de forma irresponsable”, porque “los grandes desastres del Banco Central los hizo Caputo en tres meses”. Es lo que dijo Milei, criticando su gestión, cuando el actual ministro era presidente del Banco Central.

Ahora, gracias al perdón de Milei se convirtió en ministro de Economía; pero, su política de ajuste ha incorporado a más de 5 millones de argentinos a la pobreza, lo que agrega 11 puntos porcentuales (la que ya alcanza el 53%) a la tragedia social en este año 2024.

Entonces, la gestión de Caputo, antes y ahora, no cuenta con demasiadas luces para acusar al presidente Boric, de hundir nuestro país. Al mismo tiempo, calificarlo de comunista revela su desconocimiento sobre la política chilena, aunque también es probable que el ministro, al igual que Milei, no reconozca diferencias en política y considere comunista a toda persona que no asuma el credo neoliberal.

En el intento de imitar el verbo agresivo de su presidente, Caputo hace grave daño a las relaciones diplomáticas entre Argentina y Chile. Ello le tiene sin cuidado a Milei ya que, apoyando los dichos de su ministro, sostuvo en redes sociales que Caputo estaba “Poniendo a los zurdos en su lugar”. En realidad, fue al revés. Boric puso en su lugar a Milei, al señalar que: “los presidentes pasan, los pueblos quedan.

El presidente argentino, en su fundamentalismo ideológico, insiste en resolver los problemas económicos de su país, mediante un radicalismo de libre mercado, que en estos días marcha a contrario sensu del proteccionismo y la intervención del Estado en la economía, como ha sido evidente con los gobiernos de Trump Biden en Estados Unidos, concepción que paulatinamente se extiende al mundo entero.

Sin embargo, lo que resulta curioso y preocupante es que el presidente argentino se ha embarcado en una “batalla cultural” que apunta a cuestionar toda forma de progresismo y que ha expresado estruendosamente en foros internacionales.

En la última reunión de Davos, Milei llegó al paroxismo, al impugnar a empresarios, representantes de gobiernos y organismos internacionales, diciendo que “Aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo”.

Milei rechaza el feminismo, repudia las disidencias sexuales, descalifica las políticas medioambientales, niega la justicia social y se desentiende de los derechos humanos, reivindicaciones instaladas en la agenda internacional. Aquí no promueve libertades, apela a puro y duro conservadurismo.

La “lucha cultural” de Milei se ha incorporado peligrosamente a la política exterior del gobierno argentino, con un categórico rechazo a la Agenda 2030 de Naciones Unidas; el cuestionamiento al multilateralismo, al cambio climático y a la agenda de género. Y agrega, un preocupante distanciamiento del Mercosur, junto a coincidencias con la política exterior de Estados Unidos e Israel.

El desinterés de Milei por sus vecinos lo expresa brutalmente, al utilizar el insulto para referirse a los presidentes de izquierda en Sudamérica. Acusa a Lula de comunista corrupto, a Petro de terrorista y a Boric de empobrecedor. En consecuencia, no resulta sorprendente que sus acólitos, en este caso Caputo y Daza, olviden toda delicadeza, también se inmiscuyan en asuntos diplomáticos y ataquen al presidente Boric, sin justificación ni fundamentos.

Columna publicada en El Desconcierto el 30 de diciembre de 2024

Por Roberto Pizarro Hoffer, Economista, ex decano de la Facultad de Economía Política de la U. de Chile, ex Ministro de Desarrollo y la Familia, colaborador permanente de elmaipo.cl

Nota: El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de sus autores, y no refleja necesariamente la línea editorial El Maipo.

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