Las iniciativas abordarán problemas críticos de calidad y sanidad en el principal rubro frutícola de exportación del país, con foco en la Región de O’Higgins
En momentos en que Chile reafirma su liderazgo mundial en la exportación de cerezas y la Región de O’Higgins se consolida como su principal zona productiva, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Rayentué obtuvo dos nuevos proyectos de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) que apuntan a resolver desafíos críticos del rubro.
Las iniciativas, adjudicadas en la Convocatoria Nacional de Innovación de Bienes Públicos para el Agro 2025-2026, buscan fortalecer la competitividad y la sanidad del cerezo mediante soluciones de alto impacto para productores y la industria.
Combatiendo la piel de lagarto
El primer proyecto, “Estrategias para mitigar el daño por piel de lagarto en cerezas de exportación para mejorar la competitividad de la industria”, contempla una inversión total de $219.785.480 y se ejecutará entre abril de 2026 y abril de 2029 en huertos de las regiones de O’Higgins y Metropolitana.
Liderado por José Manuel Donoso, el proyecto abordará uno de los problemas fisiológicos más relevantes para la exportación de cerezas. La iniciativa busca comprender por qué ocurre este daño durante el almacenamiento y transporte de larga distancia, y diseñar estrategias de manejo en el huerto y la postcosecha que permitan reducir de forma significativa las pérdidas de fruta exportable.
La meta es ambiciosa: disminuir en al menos un 20% las mermas asociadas a este desorden. El trabajo combinará la evaluación de variedades, ajustes de riego y nutrición, tecnologías de enfriamiento y atmósferas controladas, además del desarrollo de un modelo predictivo con apoyo de inteligencia artificial.
Sistema de alerta contra hongos de madera
El segundo proyecto, “Validación de un modelo de alerta preventiva contra los principales hongos de madera que afectan al cultivo del cerezo para mantener los estándares de calidad y competitividad en el mercado”, contempla una inversión de $236.173.479 y se desarrollará entre junio de 2026 y junio de 2029 en huertos de las regiones de O’Higgins, Metropolitana, Ñuble y Maule.
Coordinado por Jaime Otárola, el proyecto validará un sistema de alerta temprana que integra monitoreo de esporas mediante técnicas moleculares con información climática. El objetivo es entregar a los productores señales claras sobre los momentos de mayor riesgo de infección, permitiendo aplicar manejos sanitarios más oportunos y eficientes, prolongar la vida útil de los huertos y mantener los estándares de calidad que requieren los mercados de exportación.
Impacto regional y nacional
El director de INIA Rayentué, Cristián Aguirre, valoró la adjudicación de ambos proyectos destacando su impacto local y nacional: “Para nuestra institución es motivo de orgullo que dos de los proyectos seleccionados por FIA se focalicen en el cultivo del cerezo, un rubro que está en el corazón de la fruticultura de O’Higgins y que hoy posiciona a Chile como líder mundial”.
Aguirre agregó que “estos fondos nos permitirán generar soluciones concretas para mejorar la calidad de la fruta, reducir pérdidas y fortalecer la sanidad de los huertos, respondiendo a las exigencias de los mercados más demandantes y apoyando directamente a productores y productoras de la región”.
Con estas iniciativas, INIA Rayentué refuerza su compromiso con la innovación y el desarrollo del sector frutícola, aportando herramientas científicas y tecnológicas que permitirán a Chile mantener su posición de liderazgo en el competitivo mercado internacional de cerezas.
El Maipo



