El propietario de una vivienda que colinda con un antiguo centro de torturas de la dictadura militar descubrió en su entretecho osamentas humanas y munición de guerra.
El inmueble está ubicado en la comuna de Ñuñoa y al lado funcionó durante muchos años el cuartel Ollagüe, ocupado por la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), la policía política del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990).
A raíz del golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular y su presidente Salvador Allende, la DINA fue el organismo encargado de secuestrar, torturar y ejecutar a miles de personas y 50 años más tarde se ignora aún el paradero de más de mil víctimas.
Una brigada de la Policía de Investigaciones se presentó en el lugar para recoger las osamentas e iniciar los análisis correspondientes, con el objetivo de tratar de identificar a quién pertenecen.
Este hecho se suma al descubrimiento la víspera de restos de una mandíbula humana en las instalaciones del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia.
Los huesos fueron descubiertos accidentalmente por una trabajadora de limpieza.
Recientemente se puso en marcha un programa nacional de búsqueda de los detenidos desaparecidos que tiene como objetivo esclarecer las circunstancias y el destino de las víctimas de este delito de lesa humanidad.