La huelga de recolectores de basura contra la reforma de la jubilación continuó hoy en París, donde se acumulan los desechos desde hace una semana en la mayoría de sus barrios, escenario convertido en batalla política gobierno-oposición.
En el centro de los ataques, el oficialismo coloca a la alcaldesa de la capital francesa, la socialista Anne Hidalgo.
Mientras, detractores del proyecto de ley, que busca extender la edad de retiro de 62 a 64 años, esgrimen el rechazo al mismo como el foco del problema, el cual inquieta por cuestiones de salud, higiene, estética e impacto sobre el turismo.
El panorama tiende a complicarse, porque el gremio de los recogedores de desechos de la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció esta tarde la prolongación del paro al menos hasta el próximo lunes, al tiempo que el Gobierno ratificó su objetivo de materializar la reforma.
“Doy mi apoyo total a este movimiento social (…), le digo al Gobierno que hable con ellos y trate de entender lo que le están diciendo, y después veremos”, afirmó Hidalgo a la prensa.
Desde el Ejecutivo las críticas fueron duras a la alcaldesa, entre ellas las del ministro de Transporte Clément Beaune, quien la acusó de «no hacer nada», y de la ministra delegada de Pequeñas y Medianas Empresas Olivia Grégoire, que denunció un alegado “desprecio por los parisinos”.
Según autoridades de París, la víspera ascendían a más de seis mil 600 las toneladas de basura acumuladas en las calles de la Ciudad de la Luz, que no es la única en Francia con este problema.
La recogida de desechos y el transporte ferroviario sobresalen entre los sectores impactados por la huelga, una de las acciones emprendidas por los sindicatos para obligar al Gobierno a retirar su proyecto de la reforma de jubilación.
En su aviso de paro reconducible, la CGT advirtió que los recolectores de residuos pueden en la actualidad solicitar la jubilación a los 57 años si derecho a bonificación, pero de adoptarse la reforma pasará a 59 años tal opción.
Al respecto, el ministro de Acción y Cuentas Públicas, Gabriel Attal, manifestó que el proyecto recoge consideraciones para empleos “penosos”, aunque sin ofrecer muchos detalles.
Mañana la reforma será analizada por una comisión mixta de diputados y senadores en busca de un texto de consenso, que de alcanzarse llegará el jueves a la Asamblea Nacional para su voto final, instancia donde el oficialismo perdió la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de junio pasado.
Sin embargo, la primera ministra Elisabeth Borne aseveró hoy en la Asamblea, que el Gobierno contará con la mayoría necesaria para la adopción de la iniciativa, descartando retroceder en su meta.
Fuente: El Maipo/PL