Por Trini N.
En plena transición energética, ha salido a la luz un invento que podría salvar a la humanidad. Plantea un escenario prometedor que parece demasiado bueno para ser verdad. Desde que el ser humano empezó a recurrir a las energías renovables, uno de los grandes retos para él ha sido el almacenamiento de la energía originada. Las energías renovables, como la solar o la eólica, generan imponentes cantidades de electricidad. Sin embargo, presentan un problema: son intermitentes, es decir, dependen de las condiciones naturales para crearse.
Necesidad de sistemas de almacenamiento en el mundo energético
Tras saberse lo que está pasando en Europa con la energía del centro de la Tierra, el foco del sector energético es el almacenamiento. La ciencia crea de forma constante nuevas tecnologías que permiten almacenar la energía generada.
Cada vez son más eficientes y contribuyen al progreso exponencial de las diferentes fuentes energéticas. A nivel conceptual, los sistemas de almacenamiento de energía se tratan de medios tecnológicos creados para mantener la energía en su forma producida o transformarla en una manera diferencia para que esté disponible en momentos necesarios.
El invento que podría salvar a la humanidad
Encontrar el sistema de almacenamiento ideal podría salvar a la humanidad porque le permitiría “librarse” de los devastadores efectos del cambio climático. Un invento de la compañía Ocean Grazer podría ser esa salvación que tanto ansía el género humano en estos momentos de crisis climática.
La firma propone el uso de Ocean Battery, un sistema de almacenamiento submarino que aprovecha el fondo marino para almacenar energía eólica. Parece un concepto ficticio sacado de una película, pero es algo real que podría llevarse a la acción.
El proyecto Ocean Battery propone un sistema eficiente y sorprendente de almacenar energía cuando viento no sopla y el Sol deja de estar presente. Pero ¿cómo logra Ocean Battery su cometido? La tecnología está basada en vejigas flexibles instaladas en el fondo marino, cerca de parques eólicos flotantes.
En momentos de excesiva producción, el sistema bombea agua desde un depósito hasta las vejigas. Cuando la electricidad se torna necesaria, el mar ejerce presión sobre las vejigas. Entonces, empuja el agua nuevamente por medio de unas turbinas productoras de electricidad.
Dicho procedimiento, parecido al que efectúan las presas hidroeléctricas por bombeo, permite el almacenar energía durante horas/días. El aspecto diferenciador de la tecnología es su entorno. No concreta su acción en montañas, sino que aprovecha la presión natural del océano.
Rasgo diferenciador de Ocean Battery
El resultado de este procedimiento es un tipo de almacenamiento fiable, sin necesidad de recurrir a litio u otros materiales escasos o costosos. Además de su efectividad, Ocean Battery resalta por tratarse de una alternativa sostenible y económica a las conocidas baterías tradicionales.
No necesita de materiales raros ni tecnologías contaminantes. Como es un producto que se instalada bajo el mar, tampoco compite por el espacio demandado por prácticas agrícolas o urbanas. El impacto potencial que podría generar este invento es enorme.
Sistemas como estos permitirían una integración más equilibrada de las renovables en la red eléctrica, impidiendo picos de producción mal aprovechados y convirtiendo su implementación en algo mucho más rentable.
También contribuiría a estabilizar los valores del mercado de la energía porque evitaría la sobreproducción solar o eólica. Ocean Grazer, la startup holandesa detrás del proyecto, ha confirmado ante AFP que pronostica tener el sistema ya operativo en el mar este año.
Su diseño le permite funcionar conjuntamente con turbinas eólicas marinas, granjas solares flotantes y las tecnologías experimentales como la energías de las mareas. Este invento parece demasiado bueno para ser verdad, pero ¿y si fuera la verdadera salvación de la humanidad? Mientras esto se define, aseguran que las nuevas cosechadoras de viento jubilarán a las grandes turbinas eólicas.
El Maipo/ECOticias
