Miércoles, Marzo 12, 2025

Es corto el camino hacia La Moneda, por Pablo Varas Pérez

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El piñerismo sabe que Evelyn Mathei llegará a la papeleta ante la inesperada muerte de Sebastián Piñera.
Piñera no dejó herederos políticos.

Andrés Chadwick (AC) era del agrado de la familia, pero su criminal actuar en el caso Catrillanca, su salida de la política con una condena del congreso, a lo que se le debe adjuntar el abusivo uso de su cargo en la incestuosa relación con el abogado Hermosilla que llegó hasta la inmaculada Corte Suprema, sin dejar de mencionar sus devaneos en la Universidad San Sebastián, lo tienen en oración permanente para no cruzar la puerta de Capitán Yaber.

Los favores recibidos creo habértelos pagado canta el tango.

Allí está el Grupo Patio limpiando los baños de la cárcel. Todos amigos de AC, finalmente fueron los hermanos Sauer quien pagaron a un jurista alemán para intentar salvar al primo de Piñera en la acusación constitucional.

Existen sobradas razones para que los pesados portalones de la prisión sean abiertos para recibir a AC, pero la justicia, siempre tan benevolente con los servidores públicos de la cota mil, han impedido aquello que es de toda justicia, y sencillamente sea casi un comentario de pasillo entre los fiscales.

Sebastián Piñera se encontraba en pleno proceso de reinstalación de su nombre para verlo en una tercera oportunidad en la papeleta de noviembre, cuando el accidente cambió los planes de la derecha política chilena. Habituales y muy regulares eran las reuniones con quienes lo acompañaron en su último gobierno, siempre con Milton Friedman bajo el brazo. Nunca negó su aspiración de volver por tercera vez a una campaña presidencial. Su propuesta logró instalarla en el corazón del modelo político/económico/social heredado de la dictadura, y que se prolonga por décadas gracias a la ex concertación.

Añejo está la monserga de renovar la política. La candidata de Chile Vamos ya carga sus calendarios desde los tiempos de radio Kioto. Su precario paso por el ministerio del trabajo, hasta ser la principal en una de las 345 comunas que tiene Chile. Ha insistido que este país necesita para alcanzar el desarrollo el modelo alemán, aunque no lo ha explicado bien. Queda la duda 1914-1918 o 1940-1945.

La derecha se lanzó a la búsqueda del arca perdida con el 62% que podría asegurarle cuatro años de gobierno. Los números no tiran las cartas como lo hacen las gitanas. Son batallas cargadas de populismo. Cárceles en la mitad del desierto de Atacama, esa ya majadera canción que ellos sacarán del pantano a Chile, cuando ha sido justamente la derecha que se instaló como un frontón para que nada cambiara. Haremos chillar a este gobierno cantó RN.

Pero los chilenos tienen memoria corta, los engatusan, le entregan una tarjeta de banco, supermercado y tiendas para la compra a crédito, les dicen que son clase media, y sin vacilar marchar. Los matinales ya instalaron el miedo y la inseguridad son una realidad, pero la derecha sale a predicar el remedio sanador.

Se esperaba más de este gobierno, fue un buen y promisorio inicio FA-PC. Se ganó con voto popular pero la casa quedó con todas las puertas y ventana abiertas por donde ingresaron la lista de SQM, Penta, más otros, la socialdemocracia, conversos y una larga lista de mendicantes acostumbrados a vivir de la escala única de remuneraciones, partidos pymes. El congreso no fue el mejor escenario y la derecha supo utilizarlo y dejaron al gobierno con una rodilla en el suelo, mientras las ISAPRES/AFP en perfecto estado de salud.

Todos santiguados para salvarlos, mientras se mantiene y se prolonga la espera para un nuevo sistema de salud pública.

De público conocimiento es que esa entelequia llamada cámara de diputados posibilita la existencia de violadores, corruptos, desaforados, honorables presos por corrupción, mentirosos, tránsfugas y que con un desparpajo asombroso salen a vociferar que son los encargados de cautelar los dineros públicos y ungidos para redactar leyes que mejorarán la vida de millones de chilenos. Realmente una farsa ya desbordada.

Evidentemente gobernar con la cueva de Ali Baba no es fácil. La lección entonces es la batalla presidencial y más en el congreso. La calle salió poco en este periodo. No vimos a la Fech, ni a la Confech, pocas luces entregó la CUT, pero por el resto silencio. No+ AFP con su trabajo consecuente, mirado y descalificado en los momentos más duros de la batalla por un nuevo sistema de pensiones. La ministra Jara diciendo que no se pudo más y que para otra vez será.

Poco legado hace que la batalla será dura. Volver a prometer lo que no se cumplió es mal ejercicio, no vimos ningún gesto de rebeldía en alguna autoridad frente a la ignominia del modelo y los enemigos de clase.

Sobradas razones existen para expresar que Chile si realmente aspira a dar saltos significativos en el continente, pero debe antes que nada cambiar el actual modelo exportador/depredador imperante. La foto actual de Estados Unidos y Europa, reafirman lo que la izquierda desde mucho tiempo a sostenido. Los mercados libres hacen cautivos a los pueblos que son los nuevos almaceneros que venden materias primas en bolsitas para que otros hagan aviones, trenes y barcos.

En Chile no se hacen peinetas, ni espejitos, ni cajitas de música.

No es bueno el panorama, pero una parte importante de la responsabilidad la tiene la nueva elite y los ya recocidos en tantas fotos por años repetidas.

Determinaciones mal tomadas mirando la esquina de los acuerdos. Los nuevos actores vestidos con ropa que huele alcanfor.

Entre tanto devaneo es justa la hora que las fundamentales demandas populares sean respondidas desde una propuesta con una mirada socialista para el tercer milenio, que avanza silencioso entre el dolor de las guerras, y la desesperanza de millones de hombres y mujeres. No es asunto de una lista para primarias y de quien está mejor peinado. La urgencia está en cuales son lo urgente a resolver y que se debe colocar sobre la mesa, el resto es música.

La izquierda con su memoria no tiene que entregar certificados de conducta democrática, porque siempre lo ha sido y para ser libres miles entregaron sus generosas vidas y hasta el día de hoy los buscamos. La izquierda trabaja para el progreso de los pueblos, pero eso no la viste de progresista. En la historia reciente se habló de socialismo y democracia, pero también de antiimperialismo tan necesarios en los tiempos actuales.

Pablo Varas Pérez, Profesor de Historia y Geografía, escritor melipillano, chilote de corazón.

El Maipo.

Nota: El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de sus autores, y no refleja necesariamente la línea editorial El Maipo.

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