A quienes se retiraron de la mesa de la Reforma tributaria: “nosotros somos parte de la sociedad y tenemos que seguir conversando, conversando y conversando.“
Roberto Fantuzzi, en exclusiva para El Maipo.
Decir Roberto Fantuzzi es hablar de las pequeñas y medianas empresas en nuestro país. Es hablar de emprendimiento y riesgo empresarial. Es hablar de ASEXMA y el sector industrial en una economía cada más extractivista y abierta al mercado internacional; de los tratados de libre comercio que han significado una difícil sobrevivencia de las manufacturas y una estabilización de la explotación de las materias primas como fuente principal de nuestro crecimiento económico, ya por largas décadas.
Pero también es hablar de un hombre cercano a las personas, comprometido con causas colectivas y con el país. Un líder entre sus pares y un interlocutor reconocido y valorado por moros y cristianos. Una persona de una gran experiencia que ha sido testigo y actor de grandes momentos de nuestra historia, algunos felices y otros de tragedia.
Hoy, cercano a cumplir los ochenta años, sigue siendo Presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas, de la cual es fundador y la preside desde 1992.
Ha demostrado ser un gran comunicador y también un gran motivador de las nuevas generaciones de empresarios y emprendedores. Pero también ha tenido una vocación de ayuda y compromiso social, no solo como una función de la actividad empresarial y gremial, sino involucrándose activamente en la promoción de la equidad y justicia para todos, como lo demuestra su Vicepresidencia en la Fundación para la Superación de la Pobreza.
En un momento en que el país está intentando un segundo proceso constitucional y en el que se enfrenta una crisis política signada por la desconfianza y la percepción de inseguridad pública que se ha tomado la agenda y dificulta en extremo que el Gobierno avance en el programa de gobierno, para el cual fue elegido, El Maipo conversó con Roberto Fantuzzi para saber cómo ve el país y la situación del sector MiPyme en el actual escenario.
Las cuarenta horas de la jornada laboral
El Maipo: En estos días, se han aprobado las 40 hrs de jornada laboral, proyecto emblemático del actual gobierno. Estamos acostumbrados a que los grandes empresarios se excusen en las PYMEs para rechazar o ralentizar reformas progresivas que apuntan a redistribuir la riqueza ¿Cómo se ve desde las PyMes este cambio en la jornada laboral?
RF: Mira, yo hace muchos años que he dicho que en este país nos hemos ido quedando pegados en el concepto del capital humano. Antes se llamaba mano de obra porque se utilizaba la fuerza, la gente movía sacos; hoy día los sacos se mueven con grúas horquilla y para manejar una grúa horquilla se necesita conocimiento y ese es el capital humano.
Escúchame bien, Henry Ford el año 1926, y Henry Ford se agarraba a balazos con los dirigentes sindicales, ya estableció un horario de 40 horas y un trabajo de lunes a viernes. Y la OIT también, creo en el 36 o 37 que se fueran a 40 las horas de trabajo.
No obstante, creo que comunicacionalmente se ha hecho mal, porque se habla de 40, tú hablas de 40, yo hablo de 40, y lo efectivo es que son 44 durante dos años. Entonces tienes tiempo para adecuarte, porque una hora no te va a afectar.
En Europa todos los países están en 40 horas o menos. Entonces, si nosotros los empresarios pretendemos que nuestra competitividad depende de tener trabajadores con sueldos bajos, eso es flor de un día, porque en algún momento vas a tener que subir.
El hecho de trabajar menos horas también tiene que preocuparse de algunos temas que no los contemplaron en la Ley.
El teletrabajo y el trabajo híbrido por ejemplo. O que muchos muchachos, de cierta edad, a los cuatro años de ingresar al mercado laboral se van fuera del país a hacer aventura y esa aventura es súper positiva para el país. Yo siempre pienso al revés, algunos empresarios piensan que es por falta de lealtad y creo que la persona ya aprendió y ahora quiere tener una visión desde afuera.
Reindustrializar el país.
RF: A mi lo que siempre me ha dolido, es que en nuestro país cada vez ponemos menos valor agregado. Por ejemplo, hoy día fui a la cuestión de la cosecha de las nueces…botan las nueces, solo mano de obra pero a ese trabajador, que son en su mayoría bolivianos, seguramente se les pagan bajas rentas; tú no puedes pensar en un salario digno en este país, mientras no seamos capaces de industrializar nuevamente el país.
Ya no existe la industria. Voy a corregir también ¡Ojo! Que a veces somos un poco acomplejados desde la perspectiva industrial empresarial. ¿Tú sabes que en Chile se hace cajas de cambio de auto? ¿Tú sabes que en Chile se exportan ambulancias? Yo creo que muy pocos saben eso. Pero tenemos algunas capacidades.
Lo que sí creo es más conocido es que en el país están terminando un millón doscientos mil universitarios ¿A dónde vamos a poner esas personas? ¿Hemos creado actividades económicas? no el cobre o el litio, no la tierra. Actividades con valor agregado, porque el valor agregado es conocimiento y al agregar conocimiento tienes buenas remuneraciones y puedes dejar de basar tu competitividad en la mano de obra, e insisto en eso de la mano de obra, sino en el capital humano.
No comparto cuando el Sr. (Rafael) Bergoin dice que los trabajadores chilenos son de bajo nivel de productividad…¡Pero si la culpa es de ellos! producto de la mala educación que le hemos impartido nosotros como país.
¿Cómo puede ser que el 50% de los chilenos no saben interpretar lo que leen? Saben leer, que es una cosa distinta. Entonces tú no puedes incorporar valor agregado cuando tú tienes que darle un instructivo de una máquina que vale millones de dólares a un trabajador que no va a saber echarla a andar.
Tenemos que modificar a la brevedad posible nuestra educación. Si queremos ser un país estable, tenemos que invertir en paz social. Eso lo he puesto muchas veces en Twitter. Y eso lo tienen que hacer los empresarios.
Un gran acuerdo nacional de convivencia
El Maipo: Estamos en una coyuntura nacional e internacional en dónde se suceden gobiernos de izquierda que prometen dejar atrás el neoliberalismo y gobiernos de ultraderecha que prometen orden y seguridad, poniendo en duda, al menos, principios democráticos que costó años recuperar. A 50 años del Golpe de Estado ¿Qué podría decirnos, ahora que estamos en un segundo intento constitucional por dejar atrás la constitución del 80?
RF: En nuestro país estamos viviendo una crisis muy grande de convivencia. Nos vemos como enemigos unos con otros.
Yo puse esto por Twitter, estoy realmente preocupado por la franja. No me enriquece nada, no se habla del Chile que se quiere de aquí a 50 años. Estamos pegados en el pasado, seguimos en la lucha de la calle, de la pelea chica y mi me gustaría ver a todas estas personas que están de candidatos que digan su sueño, sobre los distintos derechos, porque gran parte de la discusión de la constitución se trata de los derechos, de la salud, de la vivienda.
Como lo vamos a lograr alcanzar, cómo pretendemos que las brechas sociales disminuyan. Ese es el sueño de país.
En el pasado a nosotros, con mi hermano, nos expropiaron. Con él teníamos diferencias enormes en el pensamiento sobre esto, pero yo me cansé de esa discusión; la historia es la historia, el pasado es el pasado y cada uno, seguramente, va a tener una visión distinta y va a tratar de interpretarlo de forma distinta. Pero lo que si yo quiero es que estos candidatos, que están para escribir una nueva constitución, sean capaces de avanzar en el sueño. Podemos discrepar en el sueño, no cabe ninguna duda, pero a mí me gustaría escucharlo y verlo y no solo ver pura publicidad que es casi como de Coca Cola.
Cuando yo veo el programa de televisión Sin Filtro son puras trincheras; ese no es el país que yo quiero. Son dos trincheras, los que atacan y los que se defienden y luego los otros le dan como caja a los primeros. Ese no es el país que yo quiero; yo quiero tener diferencias con mi hermano, con mi papá, con quien sea, pero después sentarnos a la mesa y buscar convivencia; no terminar cada uno en su propia casa con lo que uno quiere y punto. Y eso tenemos que verlo en los colegios.
El otro día estuve conversando con el Alcalde de Estación Central. No puede ser que en Estación Central en una manzana vivan 21 mil personas. No es el Chile tú quieres ni yo, te aseguro eso. Es imposible que haya convivencia en una manzana con 21 mil personas.
No puede ser, hablaba el Alcalde, creo que era un déficit de 500 jardines infantiles ¿Cómo no va a haber violencia? Si los niños quedan solos en sus casas, porque hoy día la estructura del trabajo es la madre y el padre.
Un mensaje a los empresarios: no escuchar a quienes solo quieren pelear
El Maipo: Por último ¿Qué le diría a los empresarios que están tratando de sostener sus proyectos, de generar valor y tratando también de sobrevivir, que es, obviamente, parte de su pulsión básica que es vivir y sostener a sus familias pero que también generan valor para los demás, generan empleo y riqueza para sociedad?
RF: Mira, yo siempre he hecho un llamado a que no escuchen a quienes lo único que quieren es pelear. Hoy día vi que tres asociaciones gremiales se retiraron de la mesa de la reforma tributaria. No, nosotros somos parte de la sociedad, somos parte y tenemos que seguir conversando, conversando y conversando. Y ser parte de donde estamos viviendo, como empresarios, tener relaciones con los alcaldes, con los vecinos.
En el caso personal mío, yo estaba muchas más horas en Cerrillos que en Vitacura. Y en Cerrillos conocí al Alcalde sin querer. No, eso no puede suceder, tenemos que ser parte de la comunidad donde trabajamos, particularmente el pequeño empresario, porque el pequeño es de esa sociedad y tiene mucho que decir.
Mira, ya te había dicho, yo fracasé de las empresas familiares. Por favor, no nos dividamos más en grandes, chicos y medianos. Somos empresa familiar, esa es la base, somos la parte humana de la economía. Es la parte humana, cuando se discute el salario mínimo…¿Es humano que una persona gane 500 mil pesos? Esa es la pregunta que hay que hacer ¿Hay justicia social detrás de eso?
No sé, cómo te puedo decir. El humano busca siempre hacer el menor esfuerzo y lo más fácil para el empresario es tener actividades en donde al trabajador se le paga poco.
Si a mi cuando me dicen que vamos a crecer al 3%, con una inflación de tanto, determinamos todas las variables y no somos capaces de determinar la variable más importante, la social, la humana. En cuánto vamos a determinar el salario mínimo de aquí a cuatro años. Nunca nos hemos puesto metas y si nos ponemos metas, son metas bastante pobres.
Por Miguel Jara Gómez. Equipo El Maipo
Fuente: El Maipo